¡Qué demonios! El exorcismo se populariza en Colombia
En Colombia la popularidad de los exorcismos provoca mucha polémica entre la población. Cada vez más personas creen que con su ayuda podrán curar hasta las enfermedades más graves. Sin embargo, otros opinan que muchas veces juegan con la desesperación o la ignorancia de la gente.
En un apartado lugar del occidente colombiano, en la zona andina, se encuentra el municipio de La Cumbre. Y más allá, entre las altas montañas, vive Hermes Cifuentes, un campesino de 52 años que ha dedicado la mitad de su vida a realizar exorcismos. El 'hermano Hermes', como es conocido en la región, sostiene que se enfrenta diariamente a las fuerzas de la oscuridad.
“Esto es muy difícil. Porque un demonio de esos o un espíritu se le puede salir a uno. Entonces, ¿cuál es la preparación? Oraciones y más oraciones, y haber nacido para esto, y tener la protección de los espíritus de luz, no los espíritus negros y bajos”, afirma el exorcista.
Hermes afirma que heredó el don de su padre y que con más de 15.000 exorcismos realizados su trabajo espiritual ha beneficiado a muchas personas.
“Ese campo que yo utilizo, derramando mi propia energía sobre ellos, la energía que Dios me dio. Me siento feliz y contento en ese campo, ¿por qué? Porque estoy ayudando al ser humano, a la persona, a mi prójimo, a ese ser que está sufriendo y padeciendo, y que se cansa de ir a un médico, tomar pastillas, radiografías, tacs y sigue con los mismos dolores, el mismo sufrimiento”, explica el hermano Hermes.
Para algunos conocedores del tema, estos exorcismos son sincretismo religioso, producto del mestizaje cultural.
“Hacen aquí una mezcla entre catolicismo, protestantismo, el gurú de la India, qué se yo, y a eso agreguémosle las corrientes de los indígenas nuestros del Amazonas, y los Incas y los Aztecas, y resultan unos chamanes especialísimos, con mezcla de todo”, comenta el sacerdote católico Luis Guillermo Parra.
También afirman los analistas que se trata de un tema controvertido, que involucra a creyentes y agnósticos. Y que son prácticas populares, que muchas veces juegan con la desesperación o la ignorancia de la gente.
“La Iglesia, como madre y maestra, sabemos que respeta esas situaciones mas no las comparte. Hoy, el grave problemas es que tú quieres atraer a alguien. Presentas un discurso, bien extraño, y presentas unos signos, pon de todo, con agua bendita, con inciensos, con aceite, con semillas de plantas, como están haciendo hoy, haz bendiciones y pases mágicos, y la gente queda fascinada”, narra el padare Luis Guillermo.
La propia Iglesia sostiene que es necesario distinguir a los poseídos de los enfermos mentales, pues muchas supuestas 'posesiones' han sido explicadas desde la medicina psiquiátrica.
Exorcismos como los del hermano Hermes han aumentado durante los últimos años en Colombia y muchos de sus seguidores vienen incluso desde países vecinos. Según los críticos, son prácticas de fácil venta porque ofrecen soluciones milagrosas a sociedades con muchas dificultades y conflictos.