Latinoamérica y el Caribe lograron reducir el hambre, combatir la mortalidad infantil y establecer la igualdad de género, pero no avanzan en la reducción a la mitad de la pobreza extrema hasta el año 2015. Así se desprende del informe anual sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), presentado en Ginebra por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Según los datos del documento, la proporción de niños menores de 5 años con nutrición insuficiente disminuyó del 10% en 1990 al 4% en 2009. La tasa de mortalidad se redujo en el mismo período del 52% al 23%.
Además, se registró un avance "extraordinario" en la igualdad de género: el número de niñas en escuelas secundarias y terciarias respecto al de niños es el más alto en todas las regiones en desarrollo, mientras que la cantidad de mujeres en puestos remunerados no es inferior a la de hombres.
Sin embargo, en lo que no ha habido avance es en la erradicación de la pobreza extrema. La meta establecida para el 2015 es reducir a la mitad la cifra del 11% de la población de América Latina que vivía en 1990 con menos de 1,25 dólares. En 2007 la cifra bajó apenas hasta el 7%, lo que evidencia que antes del año 2015 la región no logrará conseguir el objetivo.
Muchos expertos vinculan las bajas perspectivas de alcanzarlo con la actividad de las empresas multinacionales en el territorio.
Por eso la analista de política internacional Gabriela Alonso propone centrarse en el papel que debe jugar el Estado en la regulación de la actividad de las empresas transnacionales.
“Sinceramente, en el tema de la regulación del mercado y de la redistribución de los ingresos creo que no hay que fijarse en las grandes empresas, sino en la definición que tengan los Estados en relación a esto. Son los Estados los que regulan las modalidades del trabajo de cada empresa en cada Estado” dijo la analista.