Las campañas antidrogas que lleva a cabo EE. UU. en América Latina son un truco para intervenir en los asuntos internos de varios países. Así ven los analistas la nueva estrategia norteamericana de combatir el narcotráfico.
En la reciente Cumbre de Seguridad celebrada en Guatemala, el representante de la Casa Blanca anunció que continuará el patrocinio de la lucha contra el narcotráfico en la región, inyectando para ello más dinero. Pero varios estudios muestran la infertilidad de estas campañas, las cuales llevan ya muchos años con discretos resultados. Pero según se recogen en varios documentos, la lucha se usa como pretexto para infiltrarse en gobiernos que representan interés para la geopolítica estadounidense.
El activista Juan José Gutiérrez, cree que un aporte verdadero a la batalla contra las drogas sería combatir el consumo interno en el propio EE. UU., cuyo mercado es ahora el más grande del mundo.
“La razón principal por la cual EE. UU. parecen estar muy interesados en combatir el crimen organizado en todo el mundo y especialmente en América Latina es porque la lucha contra el narcotráfico [se] ha convertido en un disfraz para infiltrarse en cada país donde los intereses de Estados Unidos corren algún peligro”.
Según el analista, “parte de la farsa de esta lucha” consiste en el hecho de que EE. UU. es el mercado más grande de consumo de drogas en el mundo. “Si les interesara realmente combatir el crimen organizado y el narcotráfico, comenzarían con tratar de reducir el consumo de drogas dentro del propio país. Pero no lo hacen. No pueden decir que están en contra de la violencia y ser el país número uno en cuanto a la venta de armamentos no sólo a gobiernos, que ya es mucho decir, sino también en el mercado negro”, sostiene Gutiérrez.
El experto considera que EE. UU. debería adoptar una nueva política de castigar tanto a los traficantes de droga, como a los consumidores. “Hace falta destacar que mientras se habla mucho de los capos de la droga en países como Colombia, Perú, Bolivia o México, muy poco se menciona a los capos de EE. UU. que controlan ese millonario negocio en el país norteamericano”, argumentó.