El Gobierno japonés no renunciará a la energía nuclear y creará los medios para que su uso sea seguro, informó el primer ministro nipón, Naoto Kan.
“No estamos hablando de una política sin energía nuclear”, dijo Kan en rueda de prensa al responder a una pregunta sobre la posibilidad de que el país renuncie a la energía nuclear. “El Gobierno también es responsable del suministro necesario de energía eléctrica para la industria y la población en general, y espero contar con su comprensión”, agregó.
“Nuestra principal tarea es garantizar la seguridad y la tranquilidad de la población”, acotó Kan, quien además subrayó la “necesidad de crear una sociedad libre de amenazas de accidentes en las plantas nucleares” y destacó que esto debe conseguirse a partir de las nuevas políticas nucleares de Japón.
Asimismo, el primer ministro aseguró que en seis días terminará la primera fase para controlar la central de Fukushima y espera que sus reactores estén en “parada fría” para enero de 2012, aunque para desmantelarlos se necesitarán “de diez a veinte años”.
Además confirmó que las labores para controlar la planta marchan “según lo previsto” y que para el próximo día 19 se espera haber estabilizado la refrigeración de los reactores dañados por el tsunami del pasado 11 de marzo.
Kan añadió también que el Gobierno va a elaborar un plan básico de energía y que este jueves comenzará a debatirse una ley crucial para potenciar las energías renovables en ese país.
Por otro lado, Goshi Hosono, ministro responsable de los asuntos de consumidores y seguridad alimenticia, restó importancia a los riesgos, luego de que la carne contaminada con cesio de seis vacas procedentes de una granja de la prefectura de Fukushima fuera comercializada en los mercados del país y probablemente consumida.
“Si comiéramos carne a diario, entonces sí sería peligroso, pero si sólo se consume en porciones pequeñas, no creo que vaya a tener efectos de larga duración en el cuerpo humano”, dijo Hosono, que señaló que espera que el caso no cause alarma.