El primer ministro de Rusia, Vladímir Putin, declaró que las principales causas del naufragio del crucero turístico Bulgaria en el río Volga fueron la irresponsabilidad, la codicia y la brutal violación de las reglas de seguridad técnica.
Comenzando su breve visita a la ciudad de Kazán, Putin se dirigió al puerto donde depositó una ofrenda floral por las víctimas de la tragedia. Luego, en una reunión gubernamental, el primer ministro ordenó a los órganos de seguridad que investigaran detalladamente las causas de la peor catástrofe fluvial en Rusia en las últimas décadas.
“Parece que en nuestro país ya nos estamos acostumbrando a todo tipo de catástrofes y tragedias, lo que de por si está mal. Pero lo que pasó el 10 de julio con el barco Bulgaria, conmovió al país entero”, señaló Putin. “¿Cómo pudo operar una empresa que no tenía licencia para la actividad turística? ¿Quién permitió vender los billetes en el puerto? ¿Y cómo pudo el puerto firmar un acuerdo con una empresa sin licencia?”, se preguntó.
El jefe del Gobierno ruso agradeció a los socorristas y a la tripulación del barco Arabela su trabajo y ayuda a los afectados y ordenó pagar las indemnizaciones a los familiares de los fallecidos antes de mediados de la semana que viene. Cada familia de los fallecidos recibirá 1,3 millones de rublos (unos 46.400 dólares), mientras que los heridos recibirán entre 200.000 y 400.000 rublos (entre 7.100 y 14.200 dólares, respectivamente).
El número de cadáveres recuperados del siniestro asciende a 113 personas, de los que 108 ya han sido identificados. 16 personas siguen desaparecidas. Este jueves los buzos han terminado de examinar el barco y ya están preparando el buque para su reflotamiento.