El coqueteo es un fenómeno complejo que se manifiesta de diversas formas en hombres y mujeres. Ahora un estudio dedicado a este ritual en el lugar de trabajo refleja cómo unos y otras tienen motivaciones diferentes para comenzar la aventura.
En la investigación realizada por la Universidad de Surrey, Reino Unido, participaron más de 200 personas de entre 21 y 68 años a las que, entre otras pruebas, les preguntaron si alguna vez habían coqueteado en el trabajo.
El experimento mostró que las mujeres que afirmaron que coquetean en la oficina se mostraban satisfechas con su posición, al igual que las que mantienen relaciones de amistad con el sexo opuesto.
Los resultados de las pruebas confirmaron por otra parte que el deseo del hombre de seducir está estrechamente relacionado con el descontento que experimentan respecto a la tarea que desempeñan o por un trabajo aburrido.
Las relaciones amorosas en la oficina son cada vez más comunes. De acuerdo con un estudio, el 43% de los empleados de EE. UU. reconoció que se ve con un colega y con frecuencia estas relaciones evolucionan en matrimonio.
Por esa razón, ya hay directivos de compañías occidentales que obligan a sus empleados más seductores a legitimar sus relaciones por medio de los llamados 'contratos de amor'. Así, la empresa se asegura de que no recibirá demandas en caso de que la relación entre los empleados acabe mal.
La idea de legalizar los 'romances de oficina' surgió después del escandaloso 'affaire' entre el ex presidente de EE. UU. Bill Clinton y la practicante de la Casa Blanca Monica Lewinsky.
Frecuentemente los amantes tratan de mantener su relación en secreto. Pero cuando la verdad se descubre, a la pareja se le puede exigir que firme un 'contrato de amor' que confirme el carácter voluntario y mutuo de su relación.
El documento protege a los empleadores de toda responsabilidad si la relación se deteriora.