La tormenta en torno al imperio mediático de Rupert Murdoch ya ha hundido a varios altos cargos de la policía y ha dañado perceptiblemente la reputación del primer ministro británico. El pueblo británico reflexiona y especula sobre el posible cese de su primer ministro, salpicado por este caso de gran repercusión.
En el mismo caso se encuentra el protagonista de este episodio, Rupert Murdoch, quien podría perder su sillón al frente del imperio mediático. En EE. UU. los mayores inversores de la corporación News Co. expresaron que harán todo lo posible para retirar al empresario de su cargo.
Mientras tanto, se comunicó que el magnate ruso Alexander Lébedev estaba interesado en comprar el periódico News of the World, el polémico rotativo integrante del conglomerado empresarial que fue cerrado tras la ola de denuncias y críticas. No obstante, más tarde el multimillonario desmintió esta información. Ahora todos los inculpados en el proceso de espionaje, rinden cuentas en Londres ante las audiencias parlamentarias.
Entre tanto, David Cameron se encuentra en la mira por haber contratado a Andy Coulson, ex director del tabloide News of the World. "Varias veces se ha tapado los oídos y escondido la cabeza en la arena y eso es letal para un primer ministro. Es una situación muy seria que podrá tener consecuencias muy graves para él y, al menos, para los que están a su lado", opina el periodista Harry Cole.
Varios analistas pronosticaban la pronta renuncia del primer ministro. Y algunos ya incluso apuestan que Cameron dejará su cargo en tan solo unos días. "En las últimas dos semanas se ha apostado mucho dinero sobre Cameron, sobre todo cuando empezaron a indagar las comisiones. Hasta ese momento la probabilidad de que fuera el próximo miembro del gabinete en dimitir se ha reducido desde 100 a 1, hasta 4 a 1. Y ahora, después de su defensa en el Parlamento, subió ligeramente al 5 a 1", dice Richard Rogers, portavoz de la empresa de apuestas Ladbrokes.
Los comentaristas dicen que el primer ministro actuó muy bien en su comparecencia ante el Parlamento británico, pero la lucha está lejos de ganarse.
David Cameron insta a la nación a superar este "feo capítulo", pero muchos se preguntan si es la mejor persona para sacar al Reino Unido de esta crisis de confianza. "Solíamos llamar a Cameron 'hombre de teflón'. Nada se le pegaba. Pero esto sí que le ha pegado y le causará muchos daños", dice Dan Hodges, redactor de Labour Uncut.
Cameron ha prometido que se disculpará "profundamente" si resulta que su ex jefe de prensa sabía sobre las escuchas telefónicas. Pero algunos dicen que no será suficiente.
El escándalo ha sido un duro golpe a la reputación de políticos, periodistas y policías, que ha quedado manchada por sus estrechos vínculos con ese medio. Todavía es muy prematuro asegurar quiénes quedarán en pie una vez terminada esta tormenta mediática.