El nuevo plan de defensa antimisiles de EE. UU. no representa tantos riesgos para Rusia como el anterior, según la declaración hecha por el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, el 10 de octubre. Según el jefe de la diplomacia rusa, el plan incluso podría crear “condiciones favorables para el diálogo” entre Moscú y Washington.
“El plan antimisiles diseñado por la anterior administración de EE. UU. representaba muchos riesgos para Rusia a diferencia del nuevo plan propuesto por la administración de Barack Obama que incluso crea condiciones favorables para dialogar”, señaló Lavrov. Las negociaciones referentes al problema de la defensa antimisiles están programadas para los próximos días. “Planeamos las consultas con nuestros homólogos estadounidenses para entender mejor la configuración del esquema de su escudo nacional antimisiles (DAM) que se propone para eliminar las amenazas”, dijo Lavrov.
En septiembre el presidente de EE. UU. Barack Obama anunció que su administración había decidido a negarse al programa antimisiles en Polonia y la República Checa de su antecesor George W. Bush, programa criticado por Moscú, que veía en estos planes una amenaza a su propia seguridad. Washington planea revisar el despliegue de sistemas de defensa antimisiles en Europa, explicó el actual jefe de la Casa Blanca.
Según el Presidente estadounidense, había varias razones que hicieron que la administración cambiara los planes anteriores: la apuesta de Irán por misiles de corto y mediano alcance en lugar de desarrollar misiles de largo alcance y los avances tecnológicos que permiten a EE. UU. implementar sistemas más flexibles y baratos. No obstante, el cambio de estrategia anunciado por Obama no significa la dimisión completa del proyecto en Polonia y la República Checa, sino que significa un aplazamiento.
Según el proyecto de la Casa Blanca, EE. UU. desplegaría barcos provistos de sistemas antimisiles en el Mediterráneo y el Mar del Norte en un plazo de dos años. Para 2015 (la segunda fase), parte de los equipos móviles se incorporarían a los sistemas de defensa existentes en Europa del Este.
La Casa Blanca invita a Rusia a cooperar con sus propios sistemas de defensa antimisiles. El presidente ruso Dmitri Medvédev declaró que estaba dispuesto a colaborar con Obama para desarrollar “medidas eficaces” contra la proliferación de misiles.