Los hispanos votarán a Obama como mal menor, pese al aumento de las deportaciones
La reforma migratoria, la situación económica, la sanidad y la educación. Éstos serán los principales temas que el lunes abordará el presidente estadounidense, Barack Obama, en su discurso ante una de las principales organizaciones hispanas en EE. UU., el Consejo Nacional de La Raza.
El principal objetivo del presidente será ganarse la confianza de los latinos de cara a los comicios de 2012. Según los expertos, la comunidad hispana se siente desengañada porque considera que las promesas que les hizo Obama durante la anterior campaña electoral, no se cumplieron, en particular, lo que se refiere a la reforma migratoria.
Sin embargo, hay observadores que opinan que los latinos optarán por los demócratas en cualquier caso, debido a que la política de los republicanos es contraria a la inmigración. Rafael Prieto, editor del periódico La Gente explicó a RT que actualmente en EE. UU. hay 21 millones de votantes hispanos, la mitad de los cuales ejerció su derecho al voto en las pasadas elecciones. La comunidad hispana conforma un electorado determinante y la Casa Blanca, según el analista, es conciente del descontento dentro del grupo.
“La intención de la Casa Blanca es tratar de convencer a la gente de que se resolverá el asunto, pero es poco probable que electorado hispano vaya a responder de la misma manera como respondió hace cuatro años”, opina Prieto. Al mismo tiempo sostiene que la mayoría de los hispanos sí volverá a votar al mandatario actual, pero no porque les contente su política, sino porque el programa de los republicanos es mucho más “antiemigrante y antihispano”.
“Lo que están haciendo los republicanos en la Cámara de Representantes en materia de inmigración va a hacer que los votantes hispanos, que son la mayoría que apoyan una reforma migratoria, voten por el presidente Obama”, asegura Prieto.
Pese a todo, el experto señala que, paradójicamente, Obama es el mandatario que mantiene el récord de deportaciones "más alto en la historia de EE. UU.”, ya que -según él- no se ha deportado a tanta gente desde que se organizaron grandes redadas contra los mexicanos en los años 50. “El presidente tiene que tomar alguna acción que realmente le demuestre a la comunidad hispana que de veras está a favor de ella o que puede responder a algo de las reclamaciones que la gente le está haciendo en este momento”, sostiene el periodista.