En el seno del Congreso estadounidense continúa el debate sobre la elevación del techo de la deuda, a pesar de que falta muy poco tiempo para la 'estremecedora' fecha del 2 de agosto, cuando el Gobierno podría quedarse sin dinero disponible. De este modo, si el límite legal de la deuda no se incrementa hasta entonces, el país habrá agotado todos los recursos para mantenerse por debajo del techo alcanzado, según los analistas.
Mientras tanto los principales partidos en las cámaras del parlamento están lejos de llegar a una conclusión concreta. Así el Senado del país votó este sábado a favor de continuar debatiendo el plan sobre la deuda del líder demócrata en esa cámara, Harry Reid, que ya experimentó un rechazo el mismo día en el pleno de la Cámara de Representantes. Con 50 votos a favor y 49 en contra, Reid no logró la mayoría de 60 votos que necesitaba para poner fin al debate y dar vía libre a la votación final.
Por lo visto, la única esperanza que les queda es el potencial acuerdo que parece estar tomando forma en negociaciones a puerta cerrada entre el Congreso y la Casa Blanca.
El propio Reid indicó que “confía” en que el acuerdo que negocia el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, con el Gobierno de Barack Obama "pueda salir adelante", aunque subrayó que "aún no es una realidad". McConnell, a su vez, aseguró que el plan definitivo para evitar que el país entre en cese de pagos el 2 de agosto está "muy cerca".
Mientras tanto los principales socios comerciales de EE. UU. también manifiestan su preocupación por las catastróficas consecuencias que podría llevar la suspensión de pagos en el país norteamericano. Así lo ha declarado el secretario general del Tesoro británico, Danny Alexander, quien destacó la importancia que supone para su país que EE. UU. logre remediar la complicada situación económica y evite la quiebra.
Japón, otro socio importante estadounidense, comparte la opinión británica y sigue con atención los pronósticos de los mercados financieros, que pueden reaccionar drásticamente ante las noticias negativas que llegan de la Casa Blanca.
Mientras tanto, en China, el mayor prestamista de EE. UU. que tiene más de 1 billón de dólares invertidos en la economía del país, un periódico ha responsabilizado por la complicada situación al sistema democrático del Estados Unidos, que según la editorial, se preocupa tan solo por sus intereses, siendo indiferente a lo que sucede en el resto del mundo.