Decididos a reconquistar las plazas perdidas, el movimiento contestatario del 15-M se concentrará hoy a mediodía en la Plaza de Oriente para iniciar una nueva marcha hacia la Puerta del Sol e intentar acceder al epicentro de las protesas, punto de encuentro de los descontentos desde el pasado mes de mayo.
Más de mil simpatizantes del Movimiento 15-M iniciaron ayer en Madrid una marcha hacia la Puerta del Sol en protesta por el desalojo policial de sus acampadas en esta céntrica plaza, que acoge el 'kilómetro cero' de la red de carreteras de España. Mientras tanto, cientos de policías bloquean la Puerta del Sol para impedir que los manifestantes vuelvan a instalarse en el centro de la capital en vísperas de la visita del Papa Benedicto XVI.
Según testigos, la Puerta del Sol parecía el miércoles un campo de batalla. A un lado, dos centenares de policías y más de una treintena de furgones blindados; y al otro, en las calles aledañas que desembocan en la céntrica plaza madrileña, cientos de 'indignados' reclamando de nuevo un cambio real del sistema y propuestas para paliar los efectos de la crisis. "De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste", gritaban los manifestantes durante la marcha que comenzó en la Plaza de Atocha.
En los últimos días la capital española se prepara para la visita -entre el 16 y el 21 de agosto- del Papa Benedicto XVI con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, razón por la que los 'indignados' achacan la acción policial a su venida. Según denuncian, en vísperas de la visita papal el Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Interior ordenaron sin previo aviso el desalojo forzoso de todos los acampados.
En las pancartas de los 'indignados' pueden leerse mensajes tales como: "Un papa pagado, bendice a robados" o "En Valencia y Madrid, con el papa abusos mil", entre otros. Mientras tanto, en Barcelona y en Valencia otros grupos de indignados celebran concentraciones de apoyo a sus colegas movilizados en la capital de España.