Un total de 1.335 personas han sido detenidas en el Reino Unido (al menos 850 en Londres) a causa de la ola de violencia callejera iniciada el sábado pasado en el barrio de Tottenham. Además, según informó la Policía Metropolitana, 251 arrestados ya han sido acusados formalmente.
El número de los fallecidos en las revueltas ha ascendido a cuatro. En Birmingham tres hombres fueron atropellados por un vehículo cuando intentaban proteger del saqueo sus negocios en la zona de Windsor Green. El primer fallecido fue un joven hallado con un disparo dentro de su coche tras los disturbios en Croydon.
Al menos 111 agentes de Policía han resultado heridos. Algunos de los uniformados que están hospitalizados presentan huesos rotos, heridas en la cabeza, contusiones, cortes y esguinces. Las autoridades británicas continúan haciendo balance de la violencia, que, según 'The Guardian', podría costar a las arcas públicas 113 millones de euros.
Respecto a la situación en Reino Unido, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, cuyo régimen está acusado de violaciones de los Derechos Humanos, criticó el control policial de los disturbios. "Les aconsejó que no culpen a su propio pueblo y corrijan sus errores en vez de interferir en los asuntos de otros países, como Afganistán e Irak, y llevar a cabo una campaña militar contra Libia", afirmó el líder iraní dirigiéndose a las autoridades británicas.