En medio de la crisis financiera, Estados Unidos busca atraer inversionistas a través de una serie de medidas para simplificarles la concesión de permisos de residencia.
De esta manera el Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía pretenden crear un ambiente más atractivo para las inversiones, lo que a su vez crearía más empleos.
Sin embargo, según opina el vicedecano del Colegio de Periodistas Cubano-Americanos, Eladio José Armesto, en realidad el Gobierno solo "da la impresión de que está haciendo algo para aliviar la crisis económica", consecuencia del "despilfarro de billones de dólares en las aventuras militares de la última década".
Esta iniciativa, que no requiere la aprobación del Congreso de EE. UU., es un intento de mejorar el clima inversionista en el país, que acaba de sufrir una histórica rebaja de calificación crediticia y que ha tenido que elevar el techo de la deuda estatal para evitar la suspensión de pagos.
El proyecto StarupAmerica beneficia a extranjeros que inviertan al menos 500.000 dólares o puedan demostrar que su trabajo en EE. UU. es de interés nacional.
Al mismo tiempo, estas medidas "acarrean el riesgo de que en el país entre también dinero sucio y elementos criminales", lo que podría desestabilizar más aún la sociedad norteamericana, asegura el experto.