La depresión académica, otro problema de EE. UU.

En los últimos años, las universidades de EE. UU. optan por abrir cada vez más sus puertas a jóvenes extranjeros que puedan pagar sus estudios. Mientras, muchos estadounidenses (afectados por la crisis) son incapaces de permitirse una educación superior.

Ir a la Universidad se convierte en un lujo. La crisis económica que azota a Estados Unidos afecta también la educación superior. Hoy por hoy, los centros de enseñanza norteamericanos prefieren matricular a extranjeros que tengan la capacidad de pagar por sus estudios en vez de estadounidenses con problemas financieros.

“Lo que vemos en las universidades estadounidenses es sobre todo que la elite está complacida por tener estudiantes extranjeros, que pagan de manera directa porque provienen de las clases pudientes y se olvidan de los estadounidenses que no pueden pagar”, dijo Richard Wolf, profesor de economía.

De acuerdo a las cifras del Instituto de Educación Internacional, en el 2010 la cantidad de estudiantes chinos en el país aumentó en 30% en comparación con el año anterior. Los alumnos con ciudadanía de la India representaron 15% de todos que estaban haciendo la carrera en las aulas norteamericanas.

Pero en contraste, los estudiantes estadounidenses enfrentan dificultades: no pueden pagar los estudios, porque no logran acceder a créditos financieros. Y aquellos que logran hacer los pagos, aún les resta trabajar mientras estudian para poder solventar su manutención y cumplir con las obligaciones mensuales de sus préstamos.

Carmen está en la universidad y confiesa que cada semestre tiene menores probabilidades de continuar sus estudios, hacerlo es económicamente imposible.

“Con los problemas en la economía a veces los estudiantes no pueden terminar el semestre y les cuesta muy caro acá. Es una oportunidad muy buena para aquellos que tienen los recursos para pagar, pero a veces es bien estresante porque con libros, comida, gasolina y los costos de ir a clases es bastante dinero”, afirmó Carmen. Estudiante de Doctorado, graduada de Maestría en Florida International University.

A esto se suman las dificultades para encontrar trabajo, con una tasa de desempleo que ya supera el 9 % y que, según cifras dela Reserva Federal de los Estados Unidos, continuará aumentando tras las recientes caídas en Wall Street.

“Cualquiera que va a la universidad está apostando. Desde el punto de vista de un inversionista actual, la apreciación del dólar, la inflación y el comportamiento del mercado le dicen que invertir en la educación universitaria no permitirá que su capital retorne con buenas ganancias”, indicó Gennady Litvin, abogado especializado en préstamos.

Esta “crisis educativa”, genera incertidumbre sobre la preparación de las nuevas generaciones y la fuerza laboral que llevará las riendas del país en las futuras décadas. La posibilidad de acceder a una educación académica de calidad permite la competitividad y contribuye al desarrollo de un país, pero como ahora parece ser, es un lujo para pocos.