En Siria, agitada por protestas antigubernamentales, al menos 19 personas han muerto por disparos de la Policía en Damasco, Hama, Deir al Zur, Homs y otras localidades del país, según afirman los activistas de la oposición.
En una nueva jornada de violentas protestas miles de ciudadanos se congregaron después de la oración del viernes y volvieron a exigir la dimisión del presidente Bashar al-Assad. Sonaron también llamamientos a ejecutar al mandatario.
Las fuerzas de seguridad usaron armas de fuego y gas lacrimógeno para disolver las manifestaciones. El Gobierno ha declarado que tuvo que aplicar la fuerza contra grupos criminales que provocaron disturbios y alteraron el orden.
La secretaria del Estado de EE. UU., Hillary Clinton, ha vuelto a exhortar a la comunidad internacional a aumentar la presión sobre el régimen de al-Assad y, en particular, suspender la compra del gas y petróleo sirios.
Las protestas comenzaron el pasado mes de marzo y desde entonces, según la oposición, ya son más de 2.000 las víctimas mortales.