Vio pasar a diez presidentes por la Casa Blanca, superó la Guerra Fría y escapó a más de 600 intentos de asesinato. Fidel Castro, el revolucionario, hizo su entrada triunfal en La Habana en 1959. Y lo haría para quedarse y marcar el rumbo de Cuba durante el siguiente medio siglo.
Ahora, llega a los 85 años retirado de la escena política. Eso sí, como líder de la revolución cubana ya hace tiempo que se ganó el paso a la historia.
Nikolái Kaláshnikov, vicedirector del Instituto de Latinoamérica de la Academia de Ciencias de Rusia, dice: “A mi juicio, Fidel Castro ya se inscribió entre las figuras históricas de su país y se quedará para siempre en la historia de Cuba como defensor de la soberanía de ese país”.
De hecho Fidel se convirtió en un referente para muchos países latinoamericanos en la época. Incluso a día de hoy, todavía es admirado por algunos líderes de la región.
El mundo entero recuerda los largos discursos de Fidel. Precisamente el ímpetu y energía que él desprendía en cada uno de ellos sirvieron durante todos los años que se mantuvo en el poder para inspirar y armar de esperanza a otros revolucionarios latinoamericanos. Los mismos que con el tiempo tomarían las riendas de sus países.
Hugo Chávez no sólo fue uno de ellos, sino que acabó convirtiéndose en un fiel amigo. Tanto es así que en las pocas apariciones que Fidel ha hecho últimamente, ha sido visto con Chávez. Y es que según el presidente venezolano, Fidel le está acompañando en la lucha contra el cáncer que padece y que está tratando en Cuba.
“Junto a Fidel son comandantes de las fuerzas libertarias de América”, comenta el presidente boliviano Evo Morales. “Pero también el compañero Chávez y Fidel sembraron bastante estas revoluciones democráticas en Bolivia, Ecuador, Nicaragua y otros países. No es regalo que llega del cielo, es la lucha de estos comandantes”.
Su mente de estratega le mantuvo en el poder hasta que en 2006 se lo cedió su hermano, Raúl. Una vez más, sorprendió al mundo poniendo en marcha él mismo el proceso de transición, del que periodistas y analistas llevaban hablando desde hacía décadas.
“Me parece que lo que ha logrado hasta el momento Fidel es una transición exitosa”, cree Rosendo Fraga, miembro del Consejo argentino de Relaciones Internacionales.
Desde la renuncia de Fidel, los cubanos de a pie se han acostumbrado a la ausencia de quien tuvo las riendas de Cuba durante cincuenta años. Y de quien, de alguna manera, siempre estará presente en la historia de la isla.