El gobernador de Texas, Rick Perry, presentó su candidatura a las elecciones primarias republicanas. "Un gran país necesita una mejor gobernación, una nación renovada necesita un nuevo presidente. Por eso, [...] con una fe indoblegable en la virtud de EE. UU., me postulo como candidato a la presidencia del país", declaró Perry.
El político alcanzó el puesto de gobernador de Texas en el año 2000, relevando a George Bush, ganador de las elecciones presidenciales. Desde que asumió el liderazgo del estado, fue elegido en las tres ocasiones que lucho por el cargo, lo que es un caso único en Texas.
Perry es conocido por su postura conservadora. Es protestante evangélico y con frecuencia hace gala de su religiosidad. El político apoya la pena capital, está a favor de la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo, promueve la idea de informar obligatoriamente a las pacientes sobre los peligros del aborto y se pronuncia a favor de prohibir el aborto médico en fases avanzadas del embarazo.
En su discurso de candidato, Perry criticó severamente la política económica del Gobierno de Obama. "No estamos conformes con tener un Gobierno que dilapida la herencia de nuestros hijos en programas y teorías económicas fracasadas que han conllevado deudas récord y han dejado a muchos estadounidenses sin trabajo", señaló el gobernador.
El as de triunfos de la campaña de Perry es el llamado 'milagro económico' de Texas. En los últimos dos años el 40% de todos los puestos de trabajo en EE. UU. han sido creados en este estado. Y hasta hace poco el presupuesto de Texas no era deficitario. No obstante, Texas ocupa el primer lugar del país en cuanto a cantidad de personas que cobran menos del mínimo nacional, o sea que la mayor parte de los puestos de trabajo que son objeto de orgullo de Perry están muy mal pagados.
Además, el empeño del gobernador de no subir los impuestos derivó en un déficit presupuestario de 27.000 millones de dólares para los años 2012-2013, que obligará a las autoridades de Texas a disminuir considerablemente los gastos.
Asimismo se pronunció sobre el problema de la inmigración ilegal asegurando que tiene "un significativo compromiso a favor de la seguridad fronteriza para detener el flujo de inmigrantes ilegales, armas y drogas".
Anteriormente los republicanos Mitt Romney, ex gobernador del Estado de Massachusetts; Tim Pawlenty, ex gobernador del Estado de Minnesota; y Jon Huntsman, ex embajador de EE. UU. en China, entre otros, ya habían declarado su intención de luchar por la presidencia del país. De momento, Romney se perfila como el favorito en las primarias republicanas.
Para las primeras votaciones del Partido Republicano todavía quedan seis meses pero la lucha ya está candente. El analista político Lajos Szaszdi opina que en el partido hay divergencias sobre el aspirante. "Parece que hay descontento entre muchos votantes potenciales republicanos por los candidatos que existen", señala el experto.
Por su parte, el actual presidente Barack Obama será el candidato del Partido Democrático en las elecciones que se celebrarán el 6 de noviembre de 2012.