Un escándalo se produjo en Brasil debido a la decisión del gobierno de ese país de levantar un muro alrededor de la favela Doña Marta, una de las así llamadas “favelas mejoradas” de Río de Janeiro. Los funcionarios explican su decisión por razones ecológicas, argumentando que “la barrera protege la flora y la fauna que están del otro lado”. Sin embargo, los habitantes no creen los argumentos del gobierno y llaman a la decisión “una nueva forma de discriminación social”.
Años atrás Doña Marta, que da albergue a unas 7500 personas, estaba controlada por delincuentes y traficantes de droga, siendo una de las zonas insurgentes de la región. Desde diciembre de 2008 las calles están limpias de narcotraficantes tras la ocupación de la favela por fuerzas de la Policía Militar, contingente que luchó cuerpo a cuerpo contra los delincuentes. Varios criminales murieron, otros huyeron a los bosques que rodean Doña Marta.
Después de la operación policíaca las autoridades decidieron construir un muro de 5 metros de altura y 11 mil metros de largo alrededor de la favela, sin embargo, no será la única: las autoridades planean cerrar 11 favelas con el mismo método.
La agencia gubernamental responsable de la construcción del muro en Doña Marta argumenta que las razones son ecológicas. “La razón del muro es proteger al bosque atlántico contra estas comunidades que están creciendo a toda velocidad", dice Ícaro Morino, jefe de planificación del Ministerio de Obras Públicas de Brasil.
Pero los habitantes de ese lugar tienen otra opinión. Acusan a las autoridades de tratar de aislarles.
José Mario preside la administración de Doña Marta. Ha pasado ahí toda su vida, contemplando su desarrollo. “La comunidad sigue expandiéndose y moviéndose dentro de los bosques. La deforestación es desenfrenada”, señala.
"Tenemos muchas favelas en toda la ciudad pero sólo algunas serán cerradas... principalmente las que están junto a las áreas ricas. La ciudad ahora no quiere enfrentarse al problema real: viviendas para la gente pobre, viviendas sociales... Diría que hay un temor a la gente negra y pobre. Debemos encerrarlos”, señala Carlos Vanier, director del Instituto del Medioambiente.
Según los sondeos la actitud a los muros alrededor de las favelas está dividida. De los encuestados 47% apoya a las autoridades y un 44% se manifestó contraria a la idea.