Movimiento homofóbico dicta su voluntad a las autoridades de Serbia

Serbia se ha convertido en un sitio peligroso para las minorías sexuales. Un movimiento nacionalista cada día es más popular por su postura homofóbica mientras los homosexuales reclaman contra la inoperancia de las autoridades. Los activistas homosexuales y de derechos humanos en Serbia suspendieron su Desfile del Orgullo, porque el gobierno les pidió trasladar sus lugares de reunión por razones de seguridad.

El procurador general de Serbia abrió una investigación sobre este grupo. Las autoridades temen que se repitan las peleas que ocurrieron hace ocho años, cuando decenas de activistas homosexuales y policías fueron heridos en las calles de Belgrado produciéndose grandes disturbios.

”No tenemos nada en contra de esta gente con … bueno… voy a decir con una enfermedad sexual. Hay clubes especiales para ellos en Belgrado, intervienen en la tele y nadie les hace daño. No tienen problemas en Serbia, pero la marcha para nosotros sí que es un problema. ¿que ejemplo pueden dar a los niños?”, señaló Igor Marinkowitz, un miembro del movimiento nacionalista de Serbia.

A Boris Milicevic, presidente de la alianza de homosexuales y heterosexuales, no le sorpende esa actitud homofóbica: "Tengo una herida aquí. Ellos me insultaron, me pegaron y me dejaron en el suelo". Pero está muy sorprendido de que después de la primera marcha haya habido dos tentativas que fallaron, una de ellas sólo hace un mes.  Los activistas del movimiento homosexual dicen que las autoridades no son capaces de resolver el problema. Un día antes de la marcha les señalaron que no esperaran ayuda de la policía.

"Se nos dijo en la reunión con el primer ministro Cvektovic que la congregación es imposible debido a razones de seguridad y que debíamos escoger otra ubicación", explicó Dragana Vuckovic, miembro del equipo organizador del Desfile del Orgullo Gay.

El Comité Yugoslavo de Derechos Humanos, una organización de abogados, acusó a las autoridades de haber capitulado.  En los últimos meses se manifiestan casos de violencia no sólo contra homosexuales, sino que también contra los extranjeros en las calles de Belgrado.
Un hincha de fútbol francés fue asesinado aquí en septiembre; le golpearon con barras metálicas y bates de béisbol. También fueron asaltados dos turistas de Australia e Inglaterra.

Algunos analistas piensan que las manifestaciones de los grupos nacionalistas son incitados por el Gobierno o por la oposición para justificar las medidas severas contra los manifestantes o para provocar  que las autoridades parezcan incompetentes.

Mientras tanto, el presidente serbio Boris Tadic prometió proteger a los cientos de activistas homosexuales y de derechos humanos en el desfile del Orgullo Gay. Sin embargo, representantes de la policía niegan que miran para otro lado cuando los activistas del grupo se movilizan.

Zeljko Nikac, jefe subrogante de la policía serbia, declara:  "Recibimos información sobre posibles ataques contra los manifestantes. Les pedimos que organizaran la manifestación fuera del centro de la ciudad, donde es muy difícil controlar la situación, pero los organizadores de la marcha se negaron a hacerlo. Tenemos problemas con estos jóvenes, son pobres y frustrados".