Al menos ocho soldados turcos murieron y otros nueve resultaron heridos este miércoles al explotar una mina al paso de un convoy militar en la provincia de Hakkari, en el sureste de Turquía.
Fuentes de los Servicios de Seguridad turcos indican que el responsable de la colocación del artefacto explosivo podría ser el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), grupo armado muy activo en esta zona.
Según informan los canales de televisión local, el incidente se produjo en la localidad de Cukurca, cerca de la frontera con Irak, como consecuencia de la caída de los militares en una emboscada tendida por rebeldes turcos.
Uno de los soldados murió en el acto, mientras que otros siete resultaron heridos y fallecieron antes de poder ser atendidos clínicamente. Debido al estado de gravedad de los heridos, el balance total de muertos aún podría aumentar.
Últimamente el PKK ha intensificado sus ataques terroristas en el país debido a la falta de resultados en las negociaciones entre el Gobierno y Abdullah Öcalan, líder histórico del grupo armado. Considerada como una organización terrorista por Turquía, EE. UU. y la UE, el PKK inició una lucha armada en 1984 que a día de hoy deja un saldo de unos 45.000 muertos.