En Bruselas una tormenta se abatió sobre un festival de rock al aire libre, dejando un rastro de al menos cinco víctimas mortales y cerca de 70 heridos, 11 de ellos con lesiones graves. Decenas de ambulancias de la capital belga se desplazaron rápidamente al lugar del concierto, que fue suspendido.
Las fuertes ráfagas de viento derrumbaron dos escenarios, uno de los cuales cayó directamente sobre los asistentes al concierto. Además, varias instalaciones metálicas y pantallas gigantes situadas en la entrada del recinto se desplomaron. La tormenta arrancó varios árboles.
Unas 60.000 personas asistían a las tres jornadas de concierto que comenzaron el 18 de agosto, y que, según la página de internet del evento, incluían las actuaciones de Foo Fighters, Eminem y The Offspring.