El escritor colombiano Gabriel García Márquez —el autor extranjero más leído en Rusia que cuenta con el Premio Nobel de Literatura— fue espiado por los servicios de seguridad mexicanos, según afirma el diario El Universal.
El hecho se ha conocido al abrir sus archivos hasta el año 1985 la Dirección Federal de Seguridad mexicana (DFS). Según los materiales relacionados con el famoso escritor, desde 1967 fue calificado como “agente de propaganda” de Cuba. Toda información posterior a 1987 permanece con carácter secreto. El espionaje se realizaba en el marco de la “guerra sucia” (1960–1980), similar a la “caza de brujas” en EE.UU. (1947–1956) en contra de los izquierdistas y los comunistas.
La DFS se parecía mucho a la CIA o la KGB en sus investigaciones contra intelectuales y artistas, tales como los escritores Octavio Paz (Nobel de 1990) y Salvador Novo. Muchas carreras se vieron truncadas bajo las sospechas del comunismo.
García Márquez cedió los derechos de su libro Crónica de una muerte anunciada al Gobierno de Cuba y sus conversaciones con Jorge Timossi, el director de la agencia de noticias cubana Prensa Latina, fueron totalmente intervenidas.
"Lo anterior confirma que Gabriel García Márquez, además de ser pro cubano y pro soviético, es un agente de propaganda del servicio de la Dirección de Inteligencia de ese país", afirma un documento de la DFS. La mayor parte de este archivo se refiere al papel de “Gabo” (como le llaman en América Latina) en la historia de los enlaces entre la izquierda latinoamericana y el eх presidente de Francia, François Mitterrand (1981–1995).
El escritor vivía en México desde los años 60. Fue vigilado desde los años 70 durante los gobiernos de Luis Echeverría (1970–1976) y José Luis López Portillo (1976–1982). Actualmente el escritor vive en la Ciudad de México.