Hace 20 años Moscú era sacudida por el paso de carros de combate. Se trataba de un intento de golpe de Estado realizado por un grupo de comunistas conservadores que quería derrocar el Gobierno de Gorbachov e impedir la eventual caída de la Unión Soviética. El caos y la confusión se llevaron por delante algunas vidas, como la de Dmitri.
'Héroe de la Unión Soviética', un honoroso título que recibió el hijo de Liubov Komar en 1991. Dmitri fue uno de los últimos en recibirlo. Entonces tenía 23 años y no se interesaba por la política. Sin embargo, la vorágine de los acontecimientos no le permitió quedarse al margen.
Liubov cuenta: "Dmitri iba a casa y cuando ya estaba cerca del metro, oyó cómo un hombre por un altavoz llamaba a la gente a ir a defender la Casa Blanca, donde se reunían los partidarios del Gobierno. Y él decidió unirse a ellos".
El joven se dirigió en medio de una multitud hacia la sede del gabinete, donde se concentraban los partidarios de las reformas que se llevaban a cabo en la URSS. Como resultado de los choques en el centro de Moscú, el joven fue atropellado por un tanque. El caos que reinaba aquellos días en la capital se cobró dos vidas más, las de otros dos defensores del edificio del Gobierno.
Alexánder Sádikov, otro más de los que hicieron frente a los golpistas, comenta: "Comprendíamos que llegaba la hora de la verdad. La multitud estaba unida ante la amenaza de volver al totalitarismo, dictadura y falta de libertad alguna. Nos inspiraba mucho la presencia de tanta gente". Alexánder subraya: "El momento crucial fue la segunda noche del golpe, cuando los carros de combate ya se desplazaban por las calles de Moscú. Centenares de personas se dirigían a los tanques gritando '¡No disparen! ¡No os convirtáis en asesinos!'. Creo que esto influyó mucho".
A partir de mediados de los 80 el país vivió un período de grandes cambios, que se conoce como la 'Perestroika'. El novedoso rumbo adquirió tanto seguidores, como opositores. Un complot de los que estaban en contra de la política de Gorbachov y querían conservar el régimen existente no se hizo esperar.
El golpe estaba dirigido por funcionarios comunistas de alto rango. Según ellos, su objetivo principal era evitar la desintegración de la URSS, lo que de hecho ya estaba sucediendo. Una república soviética tras otra expresaba su deseo de convertirse en un estado independiente.
Pável Grachov comenta: "En aquel entonces yo era jefe de las fuerzas aerotransportadas, me invitaron a un despacho de la KGB y me dijeron 'Mijaíl Gorbachov ahora se encuentra en su residencia en Foros, y en los próximos días hará pública su renuncia como secretario general del Partido Comunista debido a su estado de salud'. Más tarde se vio claro que esa era la leyenda que se usó para llevar a cabo el golpe de Estado".
Se declaró el estado de emergencia en el país. Los oponentes de Gorbachov formaron un comité especial cuya sede se encontraba en el Kremlin, mientras que el mismo presidente estaba bloqueado en su residencia en el mar Negro.
Vasili Starodúbtsev, uno de los miembros del comité, confiesa: "Asumíamos la responsabilidad de lo que estábamos haciendo. Queríamos hacer todo lo posible para evitar la desintegración de la Unión Soviética. No lo conseguimos por una serie de traiciones. Y también porque no esperábamos que tantas personas salieran a las calles para protestar".
Los alrededores de la Casa Blanca se convirtieron en el centro de la resistencia civil de miles de personas que estaban a favor del Gobierno. En las calles de Moscú aparecieron centenares de tanques y carros blindados. Los moscovitas empezaron a construir barricadas en pleno centro de la ciudad.
La situación en la capital se agravaba a cada minuto. Cada vez más gente se daba cuenta de que este era el preciso momento en el que iba a cambiar drásticamente el rumbo del país. Mientras tanto, los medios de comunicación ni siquiera mencionaban los enfrentamientos en Moscú. Por las cadenas estatales de la Unión Soviética se emitía el famoso ballet de Chaikovski, el 'Lago de los Cisnes'.
Serguéi Medvédev fue el primer periodista que consiguió salir al aire y contar a los ciudadanos de la Unión Soviética que en el país tenía lugar un intento de golpe de Estado. Serguéi recuerda: "Ese reportaje fue una verdadera bomba. Nada más salir al aire, a la redacción llamaron todos los miembros del comité estatal preguntando '¿Qué hicistéis? ¿Para qué disteis esas instrucciones a la gente?' Y de hecho, resultó ser un llamamiento a actuar. Más gente salió a las calles para pronunciarse en contra de los comunistas".
El 22 de agosto de 1991 los golpistas fueron arrestados. Para muchos ciudadanos los acontecimientos de aquellos días fueron una verdadera tragedia, y la época soviética aún resuena con nostalgia en sus corazones. Mientras que para otros estos cambios eran muy esperados y al despertarse en un nuevo país supieron aprovechar las oportunidades que les brindó la llegada de la democracia.
El estatus como única potencia mundial que asumió Estados Unidos tras la desintegración de la URSS ha cambiado últimamente, como aseguran los analistas. Emilio Viano cree que Washington tendrá que aceptar a la fuerza los cambios en la geopolítica global.
“Es muy difícil para un país que ha sido durante bastantes años uno de los más poderosos en el mundo, y aún más después de la caída de la Unión Soviética, darse cuenta que el mundo ha cambiado”, asegura el analista.
En su opinión Washington no tendrá más salida que aceptar los cambios del mundo y adecuarse a ellos, en primer lugar por razones financieras.