Los representantes de la ONU han llegado a Siria, donde se encuentra ya la delegación rusa. Por el momento los delegados rusos ya han mantenido una serie de conversaciones en Damasco y prevén encontrarse también con la oposición. El objetivo de ambas misiones es conocer de primera mano la situación en este país árabe y evaluar las perspectivas para salir de la crisis.
Según acentúa el enviado especial de RT a Siria, la situación en el país sigue agravándose. El número de víctimas no deja de aumentar. Solo en los últimos días, y a pesar de que el presidente Bashar al-Assad anunciara al secretario general de la ONU el fin de las operaciones contra lo que el Gobierno llama "bandas armadas", la cifra de los muertos se incrementó en más de varias decenas de personas. Las autoridades, por su parte, destacaron que los grupos armados habían asesinado al menos a 5 policías.
El mandatario norteamericano Barack Obama sigue demandando que Al Assad renuncie, llamamiento totalmente rechazado por el presidente sirio. Tanto EE. UU. como la UE siguen reforzando la presión económica y política sobre Siria. Rusia, por su parte, no comparte "el punto de vista de Washington y la UE respecto al presidente Assad", pero demanda "el cese inmediato de toda la violencia" con referencia a la oposición también. El fin de la violencia en el país fue reclamado también por la Liga Árabe y aliados tradicionales de Siria, como Turquía o Arabia Saudí que advirtieron, además, la necesidad de más reformas.
Faiz Sara, uno de los líderes de la oposición siria que ha estado encarcelado tres veces como preso político, comenta: "Las sanciones que hasta el momento se han producido por parte de la comunidad internacional son consecuencia directa del comportamiento brutal del Gobierno".
Sin embargo, no todos los que apoyan la oposición siria comparten este punto de vista. Anwar Raja, uno de los líderes del Frente Popular para la Liberación de Palestina, comenta: "Detrás del bonito título de la primavera árabe hay una segunda lectura. Occidente sabe que para controlar Oriente Próximo necesitan cambiar el Gobierno en Siria. Y eso es justo lo que quieren, debilitar Siria para tener un nuevo Oriente Próximo".
Sea como fuere, tanto los detractores del presidente Bashar al-Assad como los que lo apoyan tienen un denominador común, y es que Siria no pase a engrosar la lista de países que han sido intervenidos militarmente por fuerzas extranjeras.