Tras lanzar un ataque sorpresa contra Trípoli, los rebeldes capturaron al hijo más mediático del coronel Muammar Gaddafi, Saif al Islam. Así lo confirmó la Corte Penal Internacional. Al mismo tiempo, fuentes rebeldes informan que otro hijo de Gaddafi, Saadi, está en manos de la oposición.
En la noche del sábado al domingo las fuerzas armadas de la oposición tomaron el control de los principales accesos a Trípoli y de una base militar, dando inicio a la que bautizaron como “batalla final” del conflicto. Entrada la noche, los rebeldes habían logrado tomar la Plaza Verde de Trípoli, cerca del cuartel general de Gaddafi. Además, han tomado bajo control la radio y la televisión estatal.
Más tarde, la guardia personal del coronel Gaddafi se rindió a los rebeldes y depuso las armas. Los combates en la capital Libia cesaron después de que el 95% de la capital cayera en manos de la oposición.
Sólo el barrio de Bab al-Azizia, donde se encuentra la residencia de Gaddafi, permanece en manos de las fuerzas leales al líder libio. En las imágenes trasmitidas por los rebeldes, se ve cómo el gentío celebra su victoria en las calles de la capital mientras rompe y quema retratos de Gaddafi.
Una muchedumbre de habitantes saluda los destacamentos de la oposición que entran en Tripoli por su parte occidental, mientras que las tropas gubernamentales no muestran indicios de resistencia.
Entretanto, se desconoce el paradero del propio coronel. El portavoz militar rebelde, el coronel Ahmed Bani, dijo a la cadena Al Arabia que Gaddafi permanece en Trípoli, mientras que fuentes opositoras aseguran que abandonó la capital.
El portavoz del Gobierno libio, Moussa Ibrahim, anunció que al menos 1.300 personas han muerto desde el comienzo de la ofensiva de los rebeldes sobre Trípoli el sábado. El portavoz de Gaddafi señaló que la mayor parte de víctimas fallecieron durante los bombardeos de la aviación de la OTAN, que cubrió la ofensiva rebelde contra la capital libia. En una conferencia de prensa desde la capital libia difundida en directo por Al Jazeera, Moussa dijo que la situación es "dramática", que los hospitales están desbordados, y lanzó un último llamamiento al diálogo.
La periodista Lizzie Phelan que se encuentra en Trípoli dijo a RT que en sus bombardeos la OTAN no se rige por ningún principio moral lo que demuestran miles de muertos.
“No podemos salir del hotel porque no estaríamos seguros afuera. La OTAN está bombardeando intensivamente la ciudad. Seguirán haciéndolo esta noche. Las manos de la OTAN están manchadas de sangre”. Según la opinión de la periodista, “los bombardeos indiscriminados en el país mostraron que la OTAN no se rige por ningún principio moral. Hemos visto demasiadas muertes de civiles para dudarlo”.