Rusia no suministrará S-300 a Irán pese a sus demandas judiciales
La solicitud hecha por Irán al Tribunal Permanente de Arbitraje, para exigir que Rusia cumpla el contrato de suministro de sistemas de misiles S-300 no tiene ninguna perspectiva de futuro. Así lo ha afirmado un alto funcionario ruso en la esfera de exportación de armamentos.
Según sus palabras, Moscú no realizará los envíos hasta que la ONU levante las sanciones contra Irán. Además, recalcó que el contrato firmado entre ambos países está anulado y no suspendido. Anteriormente el embajador iraní en Rusia, Mahmud-Reza Sajjadi, afirmó que su nación se había dirigido al tribunal con el fin de que su decisión otorgara un fundamento legal y los suministros se llevaran a cabo.
Un experto del Instituto de la Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, Ígor Jojlov, advierte que el sistema ruso S-300, una vez suministrado a Irán, puede cambiar el equilibrio de fuerzas en toda la región. “Por eso —dice— es una cuestión militar y política ante todo. Irán se niega a cooperar ampliamente con la comunidad mundial sobre su programa nuclear y es evidente que este país podría utilizar los sistemas S-300 para defender sus instalaciones nucleares (...). En esta situación los S-300 se convierten en parte del programa nuclear iraní y Rusia, cumpliendo el dictamen de la ONU, no puede suministrárselos a Irán”.
El S-300 es un lanzador de misiles de largo alcance tierra-aire creado por la Corporación científica ALMAZ y su nombre genérico es S-300P. Fue desarrollado para derribar aviones y misiles crucero e intercontinentales. El equivalente más cercano son los sistemas estadounidenses MIM-104 Patriot y de la Marina el RIM-66 SM-2. El tiempo de despliegue del S-300 es de 5 minutos.