El bibliografo de Evtushenko Yuri Nehoroshev, presidente de la Asociación de Yevtushenkofilos, recuerda en las paginas de Diariocolatino:
“Sus primeros libros en español -“No he nacido triste” (Horizonte) y “Entre la ciudad sí y la ciudad no” (Alianza)- agotaron varias ediciones. Su primer libro editado en México –“Autobiografía precoz” (Era) - fue muy popular entre la generación de los años sesenta.
En 1968, Yevgueni Yevtushenko leyó su poesía en ruso y español ante 20.000 personas en la Arena México, en presencia del presidente de este país y de David Alfaro Siqueiros, pocos días después de que éste hubiera salido de prisión. Mientras recorría México acompañado por Carlos Monsiváis, Yevtushenko escribió el poema “El ajedrez de México” y conoció a León Felipe, Juan Rulfo y Carlos Fuentes.
Durante otros viajes, el poeta se encontró con artistas de la talla de Picasso, Chagall, Miró, Max Ernst, Henry Moore, Fellini, Antonioni, Passolini, Alberto Moravia, T. S. Elliot, Robert Frost y John Steinbeck, y absorbió influencias del arte de cada uno de ellos.
Sin embargo, nunca dejó de regresar a sus raíces siberianas. Yevtushenko plasmó su actitud a este respecto en el poema “Me gustaría” (“Me gustaría/nacer en todos los países”). Aunque nació en Rusia, ha renacido una y otra vez en otros países.
Latinoamérica es el segundo amor de Yevtushenko después de su Siberia natal. Al inicio de los años sesenta apoyó la Revolución cubana y sostuvo diversas charlas confidenciales con Fidel Castro y con el Ché Guevara. Cuando el poeta Heberto Padilla fue arrestado en Cuba, Yevtushenko escribió una carta en la que lo defendía y así se convirtió durante muchos años en persona non grata para Cuba. En Chile, el poeta recibió el mismo trato tras el golpe de Estado de Pinochet. Pese a todo, jamás renunció a su amor por ambos países y con el tiempo regresó a ellos en calidad de leyenda revivida.
Después de un viaje al pueblo boliviano de La Higuera, donde fue asesinado el Ché Guevara, Yevgueni Yevtushenko escribió en español “La llave del comandante”. El poema se incluye en este libro junto con otros poemas escritos en español o traducidos del ruso con la participación del propio autor.
Yevtushenko también ofreció lecturas de su poesía en Brasil, Argentina, Nicaragua, Colombia, Ecuador, Uruguay, Perú, República Dominicana, Panamá y Costa Rica. El entonces futuro presidente de Chile, Salvador Allende, se encontraba entre el público durante la lectura de Neruda y Yevtushenko celebrada en Santiago en 1968. En compañía del escritor Francisco Coloana, Yevtushenko recorrió Chile de Antofagasta a la Tierra del Fuego, y escribió durante el viaje su poema “Una paloma en Santiago”. El poema se tradujo a muchos idiomas y Yevtushenko recibió cerca de 400 cartas de lectores jóvenes que confesaban que el poema había evitado que se suicidaran. En la presente selección aparece la primera publicación en español de este poema.
Yevgueni Yevtushenko tenía una gran cercanía con Julio Cortázar y asimismo llevó a Rusia “Cien Años de Soledad”, de Gabriel García Márquez, para que se tradujera al ruso. En este libro, el tema de Latinoamérica se entreteje con el sufrimiento de Rusia y la lucha por la libertad.