El peligro de derrumbe del edificio atacado por sicarios en la ciudad mexicana de Monterrey ha obligado a suspender los trabajos de rescate.
Hasta el momento, de los 53 fallecidos en el incidente, han sido identificados los cuerpos de 35 mujeres y 10 hombres. La mayoría fallecieron por intoxicación cuando por la tarde del pasado 25 de agosto seis hombres lanzaron granadas contra el Casino Royale e incendiaron el edificio con más de cien personas dentro.
El secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, ya llegó a Monterrey para discutir la situación con el gobernador del estado de Nuevo León, Rodrigo Medina, y su gabinete de seguridad, informan medios locales.
Por su parte el presidente mexicano, Felipe Calderón, condenó "estos repudiables actos" que obligan "a perseverar en la lucha contra esas bandas de criminales sin escrúpulos".
Últimamente la ciudad de Monterrey es una de las más afectadas por la violencia desatada entre los cárteles de la droga de Los Zetas y El Golfo.