Rusia desciende al puesto 153 en libertad de prensa
La organización no gubernamental internacional de origen francés “Reporteros sin Fronteras” ha publicado en su página web un índice anual que evalúa el grado de libertad de los medios de comunicación en todo el mundo. En 2009, Rusia ocupa en la lista el puesto 153, entre Fiji y Túnez. De esta forma Rusia ha perdido 12 puntos en esta clasificación (en 2008 ocupó el puesto 141).
En el informe que acompaña a la lista se subraya que EE.UU. ha mejorado su posición en la tabla. Este Estado ha ascendido 20 puntos hasta alcanzar el puesto 20, compartido con Reino Unido y Luxemburgo. El secretario general de Reporteros sin Fronteras, Jean-Francois Zhulyar, explica que esto ocurrió gracias al efecto de la “Obamamanía”.
Sin embargo, el jefe de la organización expresó su preocupación ante el hecho de que la situación de la libertad de expresión empeoró en algunos países europeos. Por ejemplo, España bajó al puesto 46 en libertad de prensa por las amenazas de ETA a algunos periodistas. Eslovaquia perdió 37 puntos (ahora ocupa el puesto 44) a causa de la adopción de una ley que permite al Ministerio de Cultura introducir la noción de derecho automático de réplica y tener más control sobre la prensa.
En cuanto a América Latina, Cuba y México fueron los países peor calificados por la organización, ocupando los sitios 170 y 137, respectivamente. Les sigue Honduras con el lugar 128, Colombia en el 126 y Venezuela en el 124.
De igual manera la situación empeoró en Israel, que ahora ocupa el puesto 93 (bajando 48 puntos), situándose entre Guinea-Bissau y Qatar. Reporteros sin Fronteras acusa a Israel de imponer una censura militar.
Los primeros 13 lugares de la lista los ocupan países europeos; cierran la lista Irán, Turkmenistán, Corea del Norte y Eritrea.
La clasificación de Reporteros sin Fronteras se basa en una encuesta realizada entre varios centenares de periodistas y expertos de los medios de comunicación. Sin embargo, a la organización se la acusa en algunos sectores de parcialidad, ya que está financiada por Estados Unidos y sus decisiones son, a menudo, más políticas que objetivas.