Vuelve la represión en Siria tras el Ramadán
En Siria los activistas de derechos humanos denuncian varios muertos y heridos este martes como resultado de la dispersión de manifestantes por las fuerzas gubernamentales. Nuestro corresponsal que se encuentra en este país norafricano, analizó los posibles escenarios del desarrollo del conflicto sirio.
Una nueva ola de protestas antigubernamentales se propagó por Siria al término del Ramadán, el mes santo de los musulmanes. Varios manifestantes murieron y decenas resultaron heridos después de los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Los activistas aseguran que las fuerzas del régimen abrieron fuego en varias ciudades del país.
La onda expansiva que tambaleó el régimen de Gadaffi ha dejado huella en la oposición siria. Ha pasado una semana desde que los rebeldes tomaran Trípoli, y los opositores a Al-Assad han comenzado adoptar sus mismas recetas.
La primera, unir a los distintos grupos que disienten del régimen. Por ello, recientemente, los opositores crearon el Consejo Nacional de Transición sirio con sede en Turquía. Un órgano idéntico al constituido por los rebeldes libios hace seis meses.
La segunda: una lucha armada. Parte de la oposición (que se encuentra en el extranjero) reconoce que la apoya.
"Enfrentarnos a este monstruoso régimen requiere armas en estos momentos. Especialmente después de que haya quedado claro que el mundo solo apoya el levantamiento sirio con simples discursos", afirmó Mohammad Rahhal, un opositor sirio al diario As-Sharq al-Awsat.
Sin embargo, en el interior del país, los detractores al Gobierno se desvinculan de la posibilidad de tomar las armas. Aseguran que los grupos violentos no forman parte de la oposición.
"Yo creo que los sirios necesitan de una solución política. No podemos tener mucha paciencia más porque no podemos soportar más esta situación", manifestó Faiz Sara, líder opositor dentro de Siria.
Según cifras de Naciones Unidas son más de 2.200 civiles los que han sido asesinados. El Gobierno, por su parte, afirma que han fallecido unos 500 militares y policías.
Desde el Consejo de Seguridad de la ONU no se llega a ninguna resolución sobre Siria. El problema no es otro que la falta de acuerdo entre sus 15 miembros.
Entretanto, este lunes una delegación rusa aterrizó en Damasco para transmitir un mensaje del mandatario ruso, Dmitri Medvédev, al presidente Al-Assad.
"En el curso de la conversación sobre la situación en Siria, la parte rusa hizo hincapié en la necesidad de que ambas partes renuncien urgentemente y por completo a la violencia, y de que procedan sin demora a dar pasos concretos para llevar a cabo las reformas anunciadas por las autoridades sirias", reza un comunicado de la presidencia rusa.
Asimismo, se informa que durante el encuentro ambas partes hicieron constar que "la oposición no debe evitar el diálogo ofrecido por las autoridades sirias", ya que "solo mediante un diálogo se podrá garantizar la paz y la concordia en el país", así como "el avance de Siria hacia las transformaciones democráticas".
Mijaíl Bogdánov afirma: "consideramos que Siria es un aliado importante con el que mantenemos viejos vínculos de colaboración fructífera y lazos de una amistad inquebrantable".
Por su parte, la Liga Árabe expresó su malestar por el derramamiento de sangre en el país. El ejecutivo sirio no tardó en contestar a las críticas procedentes del extranjero.
"Esta guerra en Siria es mediática porque realmente no está ocurriendo lo que se dice. En realidad, esta crisis viene porque Siria apoya todos los conflictos que hay en la región contra occidente ya sea en el Líbano o en Palestina...", está seguro el gobernador de Latakia, otra ciudad siria sumida en el caos de protestas.
Mientras tanto, decenas de personas a favor del presidente Bachar al-Assad están en contra de la injerencia de Estados Unidos y sus sanciones ecónomicas. Aseguran que los sirios deben ser quienes decidan el futuro del país.