Las mil caras de la oposición siria
La Unión Europea ha acordado vetar la importación del petróleo desde Siria. La decisión fue anunciada en la reunión informal de cancilleres de los 27 países miembros de la UE después de que la oposición siria adelantara el inicio de una nueva ola de manifestaciones antigubernamentales. Según aseguran los opositores, las protestas serán organizadas diariamente.
El canciller ruso, Seguéi Lavrov, afirmó que el uso de fuerza contra la población civil en Siria es inadmisible pero al mismo tiempo criticó la política de varios influentes Estados que entorpecen el diálogo entre el Gobierno de Damasco y la oposición.
"Naturalmente el uso de fuerza contra la población civil es inaceptable e inadmisible. También formulamos claramente este concepto durante la aprobación de una declaración especial del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la cuestión siria", dijo.
Este jueves varias personas murieron y resultaron heridas durante la represión de las protestas por las fuerzas de seguridad en varias regiones del país. Decenas de manifestantes fueron detenidos. Mientras tanto, hay opiniones de que la oposicion no tiene obejtivos comunes. Los detalles nos los ofrece desde Siria nuestro corresponsal.
La muerte de más de 600 policías y militares en Siria ha abierto muchos interrogantes sobre quién está detrás de estos hechos. Dentro de la oposición son pocos los que reconocen que entre ellos hay grupos armados. Pero en caso de haberlos, algunos justifican que surgieron como respuesta a la brutal represión del ejército.
“Nosotros tomamos la decisión de armar a la revolución, que en breve se volverá muy violenta”, recalcó Mohammad Rahhal, líder del consejo revolucionario sirio, al diario As-Sharq al-Awsat.
Sin embargo, hace tan sólo unos días, por primera vez, uno de los principales grupos detractores del país señalaba una estrategia muy diferente.
“El único objetivo claro de la oposición es conseguir que en Siria se lleven a cabo cambios democráticos. Es lo que en realidad estamos pidiendo desde hace más de 30 años”, manifestó Faiz Sara, un líder opositor.
La revuelta armada o la vía pacífica es una de las últimas disyuntivas dentro del seno de la oposición. Una disidencia ecléctica en lo que a ideologías y credos se refiere, formada por miles de ciudadanos que se muestran contrarios al régimen.
Precisamente, la falta de libertad para asociarse en Siria ha provocado que las mezquitas se hayan convertido en punto de encuentro de los opositores.
Hay quienes afirman incluso que estas protestas tienen un transfondo religioso. El 75 por ciento de la población siria es suní y según diversos analistas, no sólo quieren cambios políticos en uno de los pocos países seculares del mundo árabe. “Es cierto que tanto los conservadores islamistas como los renovadores consideran que hay que crear un estado islamista, pero esto no significa un estado radical, queremos democracia”, señaló Mohamed Al Habas, un parlamentario independiente.
En Siria la constitución prohíbe la formación de formaciones políticas religiosas. Las nuevas leyes tampoco dan la bienvenida a los grupos islámicos como la organización de los Hermanos Musulmanes.
Durante los últimos 42 años, el partido Baaz ha sido la única agrupación política que ha existido en el Parlamento sirio. La constitución le concedía, de manera exclusiva, el liderazgo. Sin embargo, ahora, tras la nueva ley aprobada hace escasamente unas semanas, se abre una nueva etapa para la vida política del país, no exenta de oportunidades, pero también de amenazas.
El primer peligro reside en que las reformas realizadas por el Gobierno son insuficientes. “Ya no es el momento de dialogar con el Gobierno. Eso ya pasó. Ahora tenemos que negociar entre ellos y la oposición, sobre todo para proteger a la gente que se manifiesta en la calle”, dice Louay Hussein.
Por su parte, los críticos a la oposición consideran que los sublevados carecen de líderes y de un verdadero programa político. “Si los manifestantes tienen líderes reales, les invitamos al diálogo. Hoy día, mañana, cualquier día: vamos a discutir la situación, porque el diálogo es la única y real forma de superar la crisis”, propuso Yaser Hourieh, director de la Junta Regional del Baaz.
Actualmente, son pocos los lazos de cohesión que hasta hoy tienen los detractores. El principal es la lucha contra el régimen, pero quizá el más fuerte son las 2.200 víctimas civiles que ya suma este conflicto.