La Unión Europea, el mayor socio comercial de Siria, endurece su presión sobre Damasco. Así se ha tomado la decisión de introducir un embargo a la importación de crudo de esta nación árabe. Algo que es considerado por algunos analistas como un acto político inspirado por los éxitos occidentales en Libia.
"Siria no es un gran productor y exportador de petróleo. Aquí la medida tiene más un sentido político que económico y que se suma a otras sanciones. Libia y Siria habían avanzado una comunidad de intereses económicos y políticos con Europa. En el embargo está la hipótesis de un triunfo de aquellos que están generando una política contraria de Muammar Gaddafi en Libia y están imaginando un restablecimiento de la provisión petrolera de Libia. Lo que perderían con las importaciones y las prohibiciones de exportar petróleo de Siria podrían reemplazarlo con Libia", opina el analista político Julio Gambia.
Rusia, en contra de cualquier injerencia exterior a Siria
Rusia, después de analizar junto con China la situación en Siria, ha reiterado que cualquier injerencia exterior en los asuntos internos es inaceptable. Moscú también ha vuelto a instar a Damasco a realizar de forma urgente las reformas socioeconómicas anunciadas. Mientras tanto, la misma oposición siria que exige el cambio de Gobierno, al parecer no logra resolver sus problemas y tampoco tiene objetivos comunes. Sobre estas discrepancias profundiza el reportaje del corresponsal de RT Francisco Guaita, que se encuentra en esta nación árabe.
Entre tanto aumenta el saldo de muertes en las represiones de las protestas antigubernamentales en Siria. Este viernes, 2 de septiembre, han fallecido al menos 13 manifestantes que salieron a las calles bajo la consigna "antes la muerte que la humillación".