Un adolescente británico de 16 años fue condenado a cadena perpetua por matar con una piedra a su novia después de haberse apostado un desayuno con un amigo.
Joshua Davies, que escuchó la sentencia sin expresar emoción alguna, utilizó una piedra para aplastar la cabeza de su pareja, Rebecca Aylward, de 15 años, en un aislado bosque cercano a la localidad de Bridgend, al sur de Gales, el pasado mes de octubre.
Los múltiples testigos del juicio confesaron que Davies reconoció "odiar a veces" a su novia y de vez en cuando en broma amenazaba con matarla. Fue entonces cuando un amigo retó al adolescente invitándole a un desayuno "si se deshacía de ella".
El cadáver de Rebecca Aylward fue encontrado un día después del brutal asesinato totalmente abandonado, boca abajo, con la ropa que la muchacha se había comprado días antes para quedar con su novio. El propio adolescente negó en todo momento haber cometido el crimen.
La madre de la víctima, Sonia Aylward, tras conocer el veredicto del jurado expresó su esperanza de que se vuelva a instaurar la pena de muerte en el Reino Unido para ver la ejecución del "verdadero demonio" que asesinó a su hija.
Los psicólogos, a su vez, aseguraron al jurado que Joshua Davies no padecía ningún trastorno mental que le empujara a cometer el horroroso homicidio.