'Papi' Gaddafi mimaba a sus enfermeras ucranianas y les prohibía llevar ropa provocativa
La ucraniana Oksana Balínskaya, una de las enfermeras del coronel Muammar Gaddafi ha relatado en una entrevista cómo fue el tiempo que pasó en la 'corte' libia.
Para Occidente Muammar Gaddafi es ya un líder caído, un fugitivo en busca y captura, un dictador depuesto y despiadado, o simplemente un hombre que perdió el contacto con la realidad. Sin embargo, para Oksana, una joven de 25 años que trabajó como enfermera de Gaddafi junto a otras cuatro enfermeras de Ucrania, ve al coronel desde un punto de vista completamente diferente.
“Papi [así llamaban las jóvenes al coronel] nos dio trabajo, dinero y buena vida. Era muy atento con nosotras. Siempre nos preguntaba si estábamos bien y si teníamos todo lo que necesitábamos”, dijo la ucraniana.
Las enfermeras tenían que velar por la salud de Gaddafi (medirle la presión, hacerle electrocardiogramas o recetarles pastillas y vitaminas). Sin embargo, Oksana señala que él no tomaba muchos medicamentos porque -asegura- estaba bastante sano.
Pese a que en la prensa mundial se pueden encontrar testimonios de otros empleados de Gaddafi que aseguran haber sufrido humillaciones e incluso torturas por parte del coronel, Oksana subraya que ella no vio nada parecido. Lo más severo que hizo Gaddafi con sus enfermeras fue prohibirles llevar maquillaje llamativo y vestir de forma provocativa.
Cada mes de septiembre, coincidiendo con el aniversario de su llegada al poder en Libia, Gaddafi obsequiaba a sus empleados con regalos. De hecho, Oksana Balínskaya conserva un colgante y un reloj que le regaló el coronel.
La joven ha desmentido todos los rumores sobre la supuesta relación sexual de Gaddafi con sus enfermeras y ha expresado su deseo de regresar a Libia algún día.