Algunos países occidentales emplean el instrumento de los secretos de Estado para ocultar una serie de violaciones cometidas por sus servicios de inteligencia en la guerra contra el terrorismo. A esta conclusión se llega en un informe oficial europeo.
El documento, elaborado por el suizo Dick Marty, afirma que el secretismo se empleó para prevenir que tanto parlamentarios como jueces investiguen a agentes de inteligencia. Según el autor, relator del Consejo de Europa, se trata de una práctica inaceptable que permite y encubre secuestros, torturas y asesinatos, cosa que sólo se daba en películas o dictaduras.
El experto en economía y geopolítica Adrián Salbuchi, afirma que Occidente recurriría a cualquier mentira para alcanzar sus fines. “Esta es una norma de conducta de naciones como Gran Bretaña o Estados Unidos” que incluso pueden “encubrir la violación de derechos humanos”, sostiene.
“Tenemos casos tremendos, como los de la prisión de Guantánamo o Abú Graib en Irak. Si pueden mentir y ocultar la información respecto al asesinato de un presidente popular o de lo que realmente ocurrió el 11 de septiembre de 2001, imagínense si no van a ocultar información sobre el tratamiento que le dan a un conjunto de individuos que ellos mismos han decidido que son su enemigo”, concluye Salbuchi.