Más de 7,3 millones de guatemaltecos están convocados a las urnas este domingo para votar en las elecciones generales, donde será elegido el nuevo mandatario del país. Unos 25.000 agentes de la policía garantizarán la seguridad durante los comicios.
Los ciudadanos elegirán a su próximo gobernante entre nueve candidatos derechistas y sólo uno de izquierdas. El favorito para ganar las elecciones es el general retirado Otto Pérez Molina, del Partido Patriota (PP) y su principal rival el empresario Manuel Baldizón, de Libertad Democrática Renovada. Sin embargo, los analistas prevén que el próximo presidente no saldrá de esta elección, sino de una segunda ronda que será necesaria para alcanzar el 50% más uno de los sufragios, exigido por la ley.
En los comicios, que estarán vigilados por 12.270 observadores, principalmente guatemaltecos, se elegirán, además del presidente y el vicepresidente, 333 alcaldes, 158 diputados al Congreso y 20 representantes al Parlamento Centroamericano. Los observadores y la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) advirtieron que en varios municipios se pueden dar conflictos durante la jornada electoral.
El próximo Gobierno guatemalteco se enfrentará a diversos retos en un país acosado por la violencia e inmerso en una grave crisis fiscal. La creciente actividad del narcotráfico y las actuaciones de las pandillas juveniles actualmente convierten a Guatemala en uno de los países con más altos índices de violencia del planeta. Otro problema a resolver es la pobreza, que afecta al 52% de los 14,4 millones de habitantes.