El ex líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic informó al Tribunal Penal Internacional (TPI) para la antigua Yugoslavia que iba a boicotear su proceso y solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU su liberación.
"Les informo por la presente de que mi defensa no está lista para el juicio que se inicia el 26 de octubre y por consiguiente no me presentaré ante ustedes ese día", escribe Karadzic. El ex jefe político de los serbios de Bosnia, que decidió defenderse a sí mismo, ya había pedido a los jueces una postergación de la apertura de su proceso.
En otra carta al jefe del Consejo de Seguridad, Karadzic recuerda que en 1996 el diplomático norteamericano Richard Holbrooke le prometió la inmunidad judicial. El acuerdo entre ellos consistía en que el Tribunal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), no iniciaría un proceso contra el ex presidente de la República Serbia de Krajina, una vez que él dimitiera y abandonara cualquier actividad política.
Karadzic fue detenido en 2008 en Belgrado, tras 13 años de fuga, violando este acuerdo. Sin embargo Holbrooke, que ahora es el Representante Especial de los Estados Unidos para Afganistán y Pakistán, negó la existencia de cualquier acuerdo. En septiembre, el periódico británico The Daly Telegraph, en un artículo referente a los funcionarios del Departamento de Estado norteamericano retirados, escribió que Holbrook prometió realmente la inmunidad a Karadzic.
El Tribunal declaró que la existencia de este acuerdo no ha sido probada y que además ningún convenio de este tipo podía influir en su decisión.
Los jueces sólo prometieron a Karadzic que tendrán en cuenta esta información cuando vayan a determinar su pena, si se declara culpable de los cargos que se le imputan.
El ex presidente de la República Serbia de Krajina está acusado de genocidio, incluyendo el asesinato de 8.000 musulmanes en Srebrenica en 1995 y los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad durante la guerra de Bosnia (1992-1995). Radovan Karadzic tiene 64 años y niega su culpabilidad.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Andrei Nesterenko, dijo que Rusia espera que la investigación y el juicio sean imparciales. Advirtió al Tribunal de La Haya que no debía juzgar valiéndose de una doble moral, recordando que esta misma institución había justificado los actos de bosnios y albaneses de Kosovo. Como ejemplo de tal comportamiento, mencionó la liberación este verano del comandante y ex líder de Kosovo, Ramush Haradinaj, cuya "complicidad en crímenes de guerra no deja lugar a ninguna duda". Moscú instó una vez más al tribunal a concluir su labor, una vez que su imagen ha quedado ya manchada. Para el Ministerio de Relaciones Exteriores, los procesos no cerrados deben ser entregados a las autoridades judiciales nacionales de la antigua Yugoslavia.