Jean Sarkozy, hijo del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, renunció a aspirar a un alto cargo en París después de las protestas de los franceses, que le acusaron de favoritismo
El hijo del presidente, de 23 años, pretendía ocupar el puesto de administrador de La Défense, el distrito empresarial de la capital francesa. Esta intención había provocado la indignación de la oposición y de parte de la opinión pública. Varias decenas de ciudadanos protestaron este jueves en La Défense con un plátano en la mano en denuncia por lo que, a su entender, es “un episodio propio de una república bananera”.
Jean Sarkozy, que estudia segundo curso de Derecho, confesó que llamó a Nicolas Sarkozy para pedir consejo. "He hablado con mi padre, no con el presidente. Porque soy un hijo como todos y en los momentos difíciles, se consulta a un padre. Le he comunicado mi decisión, que he tomado solo", añadió.
Nicolas Sarkozy declaró que las críticas buscaban perjudicarle a él más que a su hijo.
El intento de defenderse de las acusaciones fracasó. Al día siguiente de las manifestaciones en París, Jean comunicó que no aspiraría a presidir la administración de La Défense porque no quería "una victoria manchada" con "la sospecha de favoritismo”. "No quiero una victoria que cargue con el peso de tal sospecha", dijo. Al mismo tiempo mantiene sus planes de ser elegido miembro del consejo del distrito.
Analistas franceses creen que las acusaciones de favoritismo habían deteriorado la imagen del presidente. “Era un error político tremendo", dijo el politólogo Guy Hermes.
La Défense, en el oeste de París, es el mayor distrito de negocios de Europa y maneja un presupuesto cercano a los 150 millones de dólares. En el distrito trabajan más de 150.000 personas y hay más de 2.500 oficinas generales de compañías como el grupo petrolero Total y el banco Societé Générale.