Un estafador iraní robó a varios bancos del país unos 2.600 millones de dólares, lo que convierte este hecho en uno de los mayores fraudes de la historia de la República Islámica.
A lo largo de dos años el delincuente robaba dinero de los bancos utilizando tarjetas de crédito falsificadas. Así, el estafador conocido por los medios locales como 'Mr. X' logró hacerse también con varios importantes activos, incluyendo a una de las principales empresas de fabricación de acero en Irán, Khouzestan Steel Company.
El delincuente inventó un sistema de fraude bastante complicado, pero se cree que tenía cómplices para su realización. Al menos ocho bancos iraníes se vieron afectados.
Las autoridades de la nación ya calificaron el fraude como “un caso de corrupción financiera sin precedentes” para Irán.
El jefe del poder judicial, Sadegh Larijani, informó que “todos los involucrados en este caso fueron detenidos” sin especificar su número ni comentar si los bancos afectados podrán recuperar su dinero.