Una carta enviada desde Israel revela algunos acontecimientos de la vida de Olga Ranitskaia, víctima de intermnamiento en un campo de GULAG. Llegó a la poseedora actual del diario del GULAG, Zoya Yeroshok, periodista de Novaya Gazeta. La autora es la hija de la sobrina de Ranitskaia. Estos son algunos fragmentos de la esa carta:
"Olga Mijáilovna fue condenada a cinco años de prisión en un campamento penitenciario. (...) En el año 37 se encontró en la calle Kreschiátik (la calle central de la capital ucraniana, Kiev) a un amigo de su juventud en el ‘komsomol’ (abreviatura de Unión Comunista de los Jóvenes) que acababa de volver de España. Ya encarcelada Olga, lo llevaron a donde estaba ella para un careo. Era imposible de reconocer tras una brutal paliza.(…)
Luego, el Karlag (campamento penitenciario de Karagandá, en Kazajistán). La tía Olga lo mencionaba con mucho cariño, evocando a las personas con las que compartió la prisión. Recuerdo las caras de algunos de sus compañeros. Ella tenía un trozo de cartón con fotos pegadas de los amigos del campamento, caras recortadas de fotos más grandes. Entre ellos estaba Irma Thälmann, hermana de Ernst Thälmann; y en general había muchos alemanes anti-nazis internados allá. Estaba también un tal Narýshkin (no me acuerdo de su nombre), procedente de una familia famosa de los príncipes. Tuvo un romance apasionado con la tía Olga, que culminó en tragedia. Una vez le llamaron al departamento local de la Seguridad Estatal y le dijeron que él estaba internado por haber cedido un barco a los ‘blancos’ tras lo cual toda la tripulación falleció. Cuando luego él llegó a donde ella vivía (una pequeña casita cerca de la estación meteorológica donde trabajaba), matando a su caballo de tanto correr, ella no le quiso atender. Él se suicidó. Ella escribió un verso sobre ello. Creo que lo habían difamado, pero esto ya no tiene nada que ver con el caso.
Además de los alemanes compartía la prisión con muchos intelectuales de San Petersburgo. Uno de ellos fue modelo para el escribano en el cuadro de Repin Los Cosacos de Zaporozhia (situado en medio del lienzo). También estaban encarcelados intelectuales georgianos y uno de ellos le enseñó a cazar ardillas de tierra (para no morir de hambre), descuerarlas y cocerlas. Y la tía Olga utilizaba los pellejos para disecarlos.
Amaba y entendía a los animales. Componía versos sobre los caballos y lobos (que le gustaban más que todos los demás), aldortas y jerbos. Compartía casa con la loba Donka. Los lobos rondaban alrededor de la casa en la estepa y Donka le protegía de ellos. Ocurría que los lobos hacían que los perros se adentrasen en la estepa para matarlos allí. Pero Donka no respondía a las provocaciones de sus congéneres. También tenía un caballo. Todo esto está en sus versos, que envió a una editorial de Leningrado (el nombre que llevaba en los tiempos soviéticos la ciudad de San Petersburgo) entre los años 79 y 80. Desconozco el destino de esos versos.
En 1943 recibió la terrible noticia de la muerte de su hijo Sasha, que junto a su abuela María Vladímirovna estaba en libertad muy cerca de ella. Recuerdo un dibujo en su Librito 2: un diablito que está llorando y una inscripción al lado con rimas, algo así como: “Lloro la muerte de mi hijo”.
En 1952 expiró su período de prisión. Recibió el permiso para vivir en Karagandá, donde le visitó su madre. Trabajó en un hospital. Se casó. En el año 56, después de rehabilitada, regresó junto con su madre a Kiev. Para aquél entonces ya se había separado de su marido, pero él siguió ayudándola hasta los últimos días de su vida y después de su muerte lo hicieron sus amigos.
(…).
Ignoramos el destino del segundo Librito de sus versos.
Natasha".