Los cinco cubanos acusados de terrorismo en EE. UU. cumplieron este lunes 13 años en prisión. Desde su encarcelamiento en 1998 su caso ha provocado numerosas protestas a nivel internacional, como las registradas recientemente en Bolivia y Nicaragua, donde se han organizado actos de solidaridad para apoyar a los reclusos.
Los cinco cubanos fueron arrestados por las autoridades norteamericanas en 1998 acusados de espiar y conspirar contra EE. UU. Las autoridades cubanas no ocultan que los cinco cubanos apresados fueran sus agentes, pero afirman que buscaban impedir actos terroristas contra Cuba y no representaban ninguna amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
Pese a que muchos denunciaron falta de pruebas, los acusados fueron condenados a penas de prisión que oscilan entre los 15 años de cárcel a cadena perpetua.
La directora del Comité Nacional para la liberación de los cinco cubanos, Gloria la Riva, estima que este caso forma parte de la política de EE UU para desestabilizar la situación en Cuba.
"El arresto y encarcelamiento de los cinco forma parte de la política de agresión contra Cuba por parte de Washington. Es parte del bloqueo y de las sanciones contra otros países por comerciar con Cuba, es parte de esta nueva campaña de Washington, incluso bajo Obama, de financiar al grupúsculo, a esos grupos muy pequeños dentro de Cuba, con millones de dólares, para tratar de dividir y desestabilizar la sociedad cubana", asegura Gloria la Riva.
La directora del Comité Nacional no cree que esta "política de agresión" vaya a tener éxito, ya que -asegura- "crea un caos innecesario" y supone "un malgasto de fondos" y de "impuestos" que han de pagar los ciudadanos de Estados Unidos.
Las encuestas reflejan que la mayoría de los norteamericanos desea el levantamiento del bloqueo, así como "la normalización de relaciones" entre ambos países, dice la activista. "Es necesario que la opinión publica ponga más presión a Washington para liberar a los cinco hermanos", añade.