Serbia y Kosovo chocan en la ONU
Serbia y Kosovo deberían retomar el diálogo para prevenir un posible rebrote del conflicto en el norte de la república autoproclamada. Así lo anunció el embajador ruso ante la ONU, Vitali Chúrkin, al término de una reunión de urgencia celebrada en el Consejo de Seguridad que acabó sin resultados concretos.
Aunque Serbia expresó su disposición a reanudar las negociaciones para pacificar la situación en el norte de la región de Kosovo, Pristina insiste en establecer el control aduanero de forma unilateral. Este viernes las autoridades kosovares planean tomar el control de dos puestos limítrofes con Serbia en un plan diseñado con el aval de la OTAN y la misión de la Unión Europea.
El ministro serbio de Exteriores, Vuk Jeremic, recalcó que “Belgrado se pronuncia en contra de la violencia”, pero puntualizó que el desplazamiento de policías kosovares a la zona podría provocar una reacción negativa por parte la población civil. "Existe una amenaza creíble a la paz y a la estabilidad en la provincia", declaró ante la prensa Jeremic, que tildó la decisión de Pristina de "ilegal e ilegítima" y pidió que se detenga la medida y se reanude el diálogo "mañana mismo".
El canciller kosovar, Enver Hoxhaj, expresó un punto de vista bien diferente al afirmar que “la defensa de la frontera debe quedar a cargo de las autoridades kosovares”, aunque precisó que “si Serbia quiere paz, habrá paz”.
Sin embargo, el plan de Kosovo despierta en la ONU el temor a que se repita la situación del pasado mes de julio, cuando se produjeron violentos enfrentamientos entre grupos de serbios étnicos y fuerzas especiales kosovares, después de que estas últimas ocuparan los puestos fronterizos con Serbia.