Cientos de manifestantes llenaron las calles anexas a Wall Street, en Nueva York, para manifestar su descontento por el papel que desempeñaron las influyentes instituciones financieras en la crisis económica de Estados Unidos.
"El Terrorismo financiero", "Finanzas de destrucción masiva" o "abajo la avidez de Wall Street" fueron algunos de los eslóganes que corearon los integrantes de esta manifestación no autorizada.
La protesta está inspirada en las manifestaciones que cuajaron en Egipto, Túnez, Siria y otros países de Oriente Próximo a lo largo de este año.
Los manifestantes buscan convertir el centro financiero de Nueva York en la "Plaza Tahrir de EE. UU." y mantenerlo bloqueado hasta que -según afirman- su ira por el sistema que patrocina a los ricos y poderosos sea escuchada.
Aunque la policía acordonó los lugares designados de antemano en las páginas web de los organizadores, la medida no logró impedir que los participantes ocuparan las calles adyacentes, escenario desde donde hacen circular activamente sus opiniones en las redes sociales a través de dispositivos móviles.
Los activistas se dicen dispuestos a protestar durante toda la noche.
La protesta coincide con la delicada situación económica por la que atraviesa EE. UU., que trata de corregir el rumbo en medio de recortes del gasto público que pretenden reducir el enorme déficit presupuestario del país y la tasa de desempleo, situada en el 9%.
El número de estadounidenses que viven en condiciones de pobreza ha alcanzado una cifra récord. Según un reciente informe de la Oficina del Censo, el índice de personas que vive por debajo del umbral de la pobreza en EE. UU. aumentó drásticamente en 2010, alcanzando un 15,1%, ó 46,2 millones de personas.
Mientras tanto, este sábado el presidente Barack Obama hizo un llamamiento a los ciudadanos para que no vivan por encima de sus posibilidades, y rompió una lanza a favor de su ambicioso proyecto de ley para crear empleo, que contempla el aumento los impuestos a los adinerados.