El Ejército sirio, en la encrucijada de la ´primavera árabe´

A diferencia de otros gobiernos árabes que han vivido revueltas, el de Basahr Al-Assad logra mantener la lealtad de su Ejército.

'La primavera árabe' tiene un denominador común en casi todos los países por donde han estallado sus revueltas: los ejércitos han determinado, en cierta medida, el porvenir de sus gobiernos.

Mientras los militares desempeñaron un papel vital en Egipto y en Túnez para iniciar el cambio de ambos regímenes, en Libia las fuerzas armadas quedaron fragmentadas y prolongaron el conflicto.

Sin embargo, el escenario en Siria es muy diferente. Hasta el momento, las tropas continúan, en su mayoría, leales al Gobierno de Al-Assad. Las heridas de Feras explican, desde su punto de vista, por qué el Ejército no ha saltado la trinchera para situarse junto a los manifestantes.

Feras Ellum, un policía antidisturbios, señala: “A lo mejor podría pensar en desertar si estuviera luchando contra los ciudadanos, porque yo no puedo abrir fuego contra mis propios hermanos sirios. El problema es que estamos luchando contra grupos terroristas”.

Pero las versiones de los militares no suenan al unísono en Siria. Hay decenas de soldados que han desertado del Ejército. Realmente suponen un porcentaje mínimo para las Fuerzas Armadas del país, pero sus testimonios pueden provocar, poco a poco, un efecto dominó. 

Un desertor que prefiere mantener el anonimato cuenta: “Los oficiales superiores venían a nosotros y nos daban órdenes de abrir fuego y matar a nuestra propia gente. Yo deserté porque no podía disparar a manifestantes pacíficos que simplemente están pidiendo cambios al Gobierno”.

Según el Balance Militar del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, las fuerzas armadas sirias cuentan con 325.000 efectivos, más de 100.000 milicias populares y 350.000 reservistas.

Según algunos expertos, durante los últimos 11 años, el Gobierno de Bashar Al-Assad le ha ido confiriendo a los uniformados más poder como forma de garantizar su seguridad. Por ello, la postura de la élite militar y el número de deserciones tienen un valor esencial en este conflicto.

Pero, ante la pregunta de quiénes son los que están provocando la matanza de civiles, muchos manifestantes y el propio militar desertor ponen el punto de mira en otro grupo distinto a las fuerzas armadas. “Son los servicios secretos sirios. Uno los puede distinguir por su vestimenta”, opina el desertor anónimo.

De acuerdo con los datos de la ONU, ya son 2.600 los civiles asesinados desde el inicio de la crisis. Además, según organizaciones de derechos humanos, desde el pasado 15 de marzo han desaparecido casi 3.000 sirios y han sido arrestados más de 25.000 ciudadanos. El Ejecutivo, por su parte, dice que sólo hay que acudir a las ciudades donde se están dando las protestas para ver realmente lo que está ocurriendo.

Las autoridades mostraron a los periodistas extranjeros varias localizaciones en la ciudad de Hama, escenario de disturbios armados. Entre ellas, una comisaría de Policía totalmente calcinada. En este lugar murieron16 personas que no solo fueron asesinadas, sino también torturadas. Y después los cuerpos de los miembros de las fuerzas del orden público fueron arrojados a un río.

Quienes tienen más suerte y pueden contarlo, llegan a un hospital en Damasco. Según cifras oficiales, todos los días son hospitalizados al menos 4 militares. Aquí, muchos de los soldados y los policías cuentan que bandas armadas están detrás de estos actos violentos. En total, de acuerdo con los datos facilitados por el Gobierno, ya se contabilizan más de 1.300 militares asesinados.

"Hay un asunto muy importante y es que el 75% de los soldados que son tiroteados no tienen impacto de bala en su cuerpo, sino en la cabeza, cuello y extremidades. Esto significa que los disparos vienen desde arriba y son realizados por francotiradores", cuenta Ahmed Hassan, forense del hospital militar en Damasco.

La crueldad parece haberse convertido ya en una rutina en este país. Mientras para algunos Siria está viviendo una primavera por sus posibles cambios y reformas, para otros estas revueltas ya suponen un auténtico invierno en sus vidas.

Entretanto, la comunidad internacional y miles de ciudadanos sirios centran su mirada en el comportamiento de las fuerzas armadas para conocer cuál será el rumbo de este conflicto, que ya cumple su sexto mes. Siria agradece la postura equilibrada y constructiva de Rusia ante la situación en el país, afectado por fuertes manifestaciones antigubernamentales.