Vladímir Putin fue el segundo presidente de la Federación Rusa desde el año 2000 hasta el 2008. Al comienzo de su mandato era un personaje desconocido para el ámbito internacional, pero no tardó en convertirse en un líder fuerte y carismático.
Who is Mr. Putin? Ahora ya todos saben la respuesta. Durante más de una década en el poder Vladímir Putin ha sabido disipar las incógnitas que surgieron al comienzo de su actividad política. Es más, tras ocupar en el año 2000 el despacho presidencial, él mismo se ha encargado de contestar a numerosos interrogantes y de dar la cara en los momentos difíciles. Y lo ha hecho yendo siempre al grano.
“Vamos a eliminar a los terroristas. Si los encontramos en un aeropuerto, los aniquilamos en un aeropuerto. Si encontramos a los terroristas, con perdón, en un retrete, vamos a matarlos en ese retrete”, señaló Putin cuando el tema del terrorismo pasó a ser uno de los problemas cruciales del país.
A lo largo de su permanencia en la presidencia y en calidad de primer ministro Putin ha aparecido en las pantallas como una persona que no pierde el control en las situaciones más complicadas. Y el estilo directo de sus declaraciones ha desempeñado un papel importante en su percepción como líder.
La firmeza demostrada fue seguida en breve por la solución de importantes problemas sociales. Putin logró superar las consecuencias de la larga crisis por la que pasó Rusia en los noventa llevando al país a alcanzar la estabilidad económica.
Este es uno de los factores que, según los analistas, explican su gran nivel de popularidad entre la población. En marzo del año 2000, tras una corta campaña electoral, obtuvo el 52% de los votos, ganando los comicios en la primera vuelta.
Entre las razones que explican este fenómeno se puede mencionar también una nueva tradición: fue precisamente él quien introdujo la práctica de mantener una 'línea directa' anual con los ciudadanos de a pie. Para estas ocasiones se recogen preguntas vía telefónica o por Internet por todo el país. En 2009 el número de cuestiones superó el millón y medio. Y en algunas ocasiones las llamadas llegaron a asombrar a Putin, como aquella en la que se le preguntaba: "¿Qué hay que hacer para ser presidente?". “Hay que participar en las elecciones presidenciales y ganarlas”, contestó él entonces.
Entre los objetivos que se planteó desde un principio estaba el de aumentar y consolidar el prestigio del país, algo que para el actual primer ministro iba ligado a los éxitos en el deporte.
Putin ha participado personalmente en la presentación de Rusia como candidata a ser la sede de los eventos más importantes, convirtiéndose en una pieza clave de la elección de Sochi como anfitriona de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014.
El deporte y la actividad física en general han atraído siempre la atención de Putin. Cinturón negro de judo, aprovecha el poco tiempo libre que tiene para volver al tatami.
Además, el primer ministro prefiere probar personalmente las novedades tecnológicas de producción rusa: desde automóviles a aviones militares. E incluso ha bajado más de una vez a las profundidades, en compañía de la tripulación de un submarino o en un batiscafo.
Toda una serie de episodios y declaraciones que paso a paso han revelado la personalidad de quien hace 11 años era un misterio para todo el mundo. Eso sí, siempre cabe esperar que con el tiempo se añadan algunos trazos a una imagen que para muchos es ya casi una marca en el ámbito de la política.