El Ministerio de Defensa ruso está dispuesto a suspender la adquisición del mítico fusil de asalto Kaláshnikov AK-74 y espera del fabricante un arma nueva con un diseño distinto y características mejoradas.
El ministerio justifica esta decisión debido a la abundancia de este tipo de armas en las Fuerzas Armadas.
El consorcio ruso Izhmash, que está desarrollando el nuevo fusil de asalto, se comprometió a presentarlo antes de Año Nuevo.
Según los expertos, las reservas de AK-74 del Ejército ruso le alcanzan para los próximos 15-20 años.
Al mismo tiempo, la oficina de diseños de Izhmash continuará modernizando el módelo 200 del famoso Kaláshnikov. Ya se está trabajando en la mejora de su ergonomía, precisón y facilidad de manejo.
El fusil Kalashnikov fue creado por el armero ruso Mijaíl Kaláshnikov en 1947 y dos años después fue elegido para equipar al Ejército Soviético, bajo la denominación AK-47. Su calibre es de 7.62 milímetros.
En 1974 apareció una nueva serie del fusil, AK-74, con calibre de 5.45 milímetros, que es el modelo que ya no necesita el Ministerio Defensa.
En los años 90 se produjeron nuevas modificaciones del fusil, conocidos en el mundo como AK de la serie 100 (АК-101, АК-102, АК-103, АК-104, АК-105).
Actualmente los ejércitos y divisiones especiales de al menos 55 países están equipados con fusiles Kaláshnikov. Este arma de fuego, que soporta condiciones climáticas extremas y nunca se encasquilla, es la más utilizada en el mundo, abarcando un quinto del total de armas fabricadas, según los expertos.
Sin embargo, la mayor parte de los Kaláshnikov producidos en el mundo son falsos, ya que se fabrican sin autorización o con licencias caducadas (incluso en China).
Mijaíl Kaláshnikov, teniente general, jefe de diseños del Izhmash y creador del arma más famosa del mundo, cumplió en noviembre del año pasado 91 años. Ha recibido muchos premios por sus invenciones, entre ellos la Orden Héroe de Rusia.