Rusia instó a las fuerzas de seguridad internacionales presentes en la región serbia de Kosovo a respetar rigurosamente el estatus de neutralidad. Así lo ha comunicado el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Alexánder Lukashévich.
El Ministerio se refirió a los recientes choques entre la población serbia y las tropas de KFOR (fuerzas de seguridad internacionales lideradas por la OTAN), que dejaron cuatro soldados y siete civiles heridos.
Según el portavoz, “consentir a los albanos kosovares eleva su agresividad y contribuye a su poca voluntad de tomar en cuenta los intereses de otros grupos étnicos de Kosovo.”
Los representantes de la OTAN confirmaron que sus militares utilizaron balas de goma para dispersar a los manifestantes serbios en el norte de Kosovo.
Entretanto, el presidente de Serbia, Boris Tadić, exigió del secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, que ordene investigar estos enfrentamientos.
Además, los miembros de la comunidad serbia en la República de Macedonia también expresaron su indignación y denunciaron que las fuerzas Internacionales trataban de matar a la gente por el simple hecho de ser serbios.
El embajador ruso ante la Alianza Atlántica, Dmitri Rogozin, cree que las acciones de la OTAN podrían desencadenar un nuevo conflicto étnico en el área.
“Con sus manos la OTAN está cortando la única vía de conexión entre los serbios de Kosovo y el resto de Serbia. Si alguien hoy en día está realmente involucrado en esta nueva guerra civil en el norte de la región, esa es la fuerza internacional que hace caso omiso de la información que reciben y no tienen la intención de investigar los accidentes que tuvieron lugar este martes. Es inadmisible. Es un nuevo error de la OTAN que podría provocar otro conflicto en los Balcanes”, dijo Rogozin a RT.