Este miércoles América Latina celebra una jornada por la despenalización del aborto en la región. Desde México hasta el sur del continente americano se multiplican las actividades convocadas por el movimiento feminista que lucha por el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad. En el marco de la jornada se organizan charlas, exposiciones y carreras de bicicletas, entre otros actos.
Veintiún años después de que el movimiento feminista estableciera este Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe como fecha emblemática para solicitar a los gobiernos de la región que legalicen la interrupción legal del embarazo, miles de mujeres siguen muriendo por abortar en condiciones inseguras.
En casi todos los países de Latinoamérica la legislación que regula la interrupción del embarazo es sumamente restrictiva. Abortar sin limitaciones hasta la duodécima semana de embarazo está permitido sólamente en Cuba, Guyana, Puerto Rico y el Distrito Federal de México.
Países como Chile, El Salvador, Honduras, Nicaragua y la República Dominicana prohíben el aborto bajo cualquier circunstancia, incluso hasta cuando la madre fue violada o su vida corre riesgo. En otros países de la región la interrupción del embarazo sólo se permite en situaciones extremas, como violación, peligro de muerte o riesgo para la salud de la mujer. Sin embargo, incluso cuando el aborto está despenalizado por estos motivos, el acceso a los servicios médicos resulta limitado. De acuerdo a las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 95% de los abortos realizados en la región son clandestinos, y el 11% de las mujeres latinoamericanas muere por esta causa. En Argentina la tasa de fallecimientos es aún más alta: el 25%.
Según datos del Ministerio de Salud argentino, el aborto ilegal es la principal causa de mortalidad materna desde hace casi tres décadas. Anualmente en el país se realizan unos 500.000 abortos ilegales, y casi un tercio de las muertes de mujeres se deben a causas vinculadas con la interrupción del embarazo en condiciones precarias. Esta semana el Congreso de la Nación iba a tratar este tema por primera vez en la historia, pero pocos días antes de que comenzaran las sesiones, varios legisladores pidieron postergar el debate hasta después de las elecciones generales del 23 de octubre.