Friki hasta la tumba: entiérrenme con mis 'snacks' o disparen mis cenizas con un cañón

La semana pasada murió a los 97 años Arch West, fundador de la compañía 'Doritos' especializada en la venta de 'snacks' o aperitivos de maíz. El hombre dejó dicho en su testamento que lo enterraran con un tarro de sus productos fabricado en oro. Por extraña que le parezca, ésta no es la última vo

La semana pasada murió a los 97 años Arch West, fundador de la compañía 'Doritos' especializada en la venta de 'snacks' o aperitivos de maíz. El hombre dejó dicho en su testamento que lo enterraran con un tarro de sus productos fabricado en oro. Por extraña que le parezca, ésta no es la última voluntad 'friki' de la gente famosa.

El diseñador Fredric J. Baur, inventor del bote cilíndrico de los famosos 'snacks' con forma de patata frita 'Pringles', pidió que sepultaran sus cenizas dentro de una de esas latas. Camino del cementerio, sus hijos tuvieron que comprar un bote de 'Pringles Original' para volcar en él los restos de su padre.

El legendario productor musical Malcolm McLaren, que creó y lanzó a la fama la banda de punk Sex Pistols pidió que en su funeral, en vez de guardarse un minuto de silencio, los asistentes guardaran "un minuto de caos": los restos de McLaren fueron enterrados en medio de un estruendo musical. Su ataúd fue decorado con cuatro caballos negros sobre los cuales estaba escrito la frase: “Vivió demasiado rápido, murió demasiado joven”. 

El escritor y periodista Hunter S. Thompson expresó el deseo de que sus cenizas fueran dispersadas por medio de una pieza de artillería. El tiro fue realizado desde un arma especial montada en una grúa de 46 metros. El actor Johnny Depp, amigo suyo, sufragó los gastos del último deseo de Thompson.

En el féretro del mítico cantante Frank Sinatra, de acuerdo con su testamento, se colocó una botella de whisky, un mechero 'Zippo' y una moneda de diez centavos “para llamadas de emergencia”. En su ataúd está escrito: “Lo mejor está por venir”.

Famosa por su fino sentido del humor, la actriz Elizabeth Taylor escribió en su testamento que temía llegar tarde a su propio funeral, razón por la que pidió que la ceremonia de despedida empezara con un retraso de 15 minutos.

El rapero Tupac Shakur, asesinado en 1996, nunca ocultó su afición por la marihuana. Después de su muerte, los miembros de su banda publicaron un vídeo en el que confesaron haberse  despedido de Tupac de forma más adecuada: mezclando sus cenizas con marihuana y luego fumándosela. Los familiares del músico ponen en duda la veracidad de esa declaración.