Ocho países firman un acuerdo internacional antipirata en Japón
Este sábado en Tokio se llevó a cabo la ceremonia de la firma del Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (ACTA, por sus siglas en inglés). No todos los participantes en las negociaciones del ACTA firmaron el acuerdo: México, la Unión Europea y Suiza se negaron a hacerlo. China, como productor principal de productos de piratería, está en contra del Acuerdo.
Los ocho países firmantes en la lucha contra la falsificación, incluyendo delitos contra los derechos de autor y el robo de marcas comerciales, son EE. UU., Canadá, Australia, Marruecos, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Singapur y el anfitrión de la cumbre, Japón. El acuerdo tendrá efecto el próximo año, informó la Oficina del Representante de Comercio de EE. UU. (USTR) en un comunicado. "Necesitamos atajar el rápido incremento de los productos piratas y el contrabando. Trabajaremos para que más países firmen el pacto", afirmó el ministro japonés de Exteriores, Koichiro Gemba, durante la ceremonia en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón.
La firma del ACTA ha tenido lugar después de la ronda final de negociaciones realizadas entre los once miembros. Los no firmantes -Unión Europea (UE), México y Suiza- no avalaron el documento debido a "asuntos internos", según anunciaron algunas agencias niponas. No obstante, tienen hasta el 1 de mayo de 2013 para firmar el acuerdo definitivo.
La delegación mexicana estuvo presente en el evento, durante el cual "confirmaron su apoyo continuo y los preparativos para firmar el documento tan pronto como sea posible", precisó la USTR. Mientras tanto, las agencias mexicanas informaron de que el convenio generó polémica por los efectos que tendrá para los usuarios y otros aspectos jurídicos.
León Felipe Sánchez, abogado y experto en propiedad intelectual, señaló que la firma del acuerdo tendría consecuencias jurídicas para el Gobierno mexicano. Según Sánchez, el ACTA debió haberse negociado según lo que marca la Ley sobre la aprobación de tratados internacionales en materia económica. "Es un acuerdo comercial cuya materia lo convierte en un tratado internacional, pues introduce reformas y nuevas medidas para combatir la llamada piratería digital", explicó.
El acuerdo comenzó a negociarse en 2006 entre los gobiernos de Japón y EE. UU. para combatir la piratería de bienes físicos y proteger la propiedad intelectual de contenidos como canciones y películas. El acuerdo se enmarca dentro de los procedimientos para aplicar el ACTA destinado a "fortalecer el marco legal de los derechos de propiedad intelectual", según explicó en un comunicado el Ministerio de Economía, Comercio e Industria nipón.